Ya sabemos que, por órdenes estrictas de su madre Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía no tienen un trato muy frecuente con su rama de familiares Borbón. Ven a sus primos y tías por parte de padre de uvas a peras. A la yaya Sofía la ven un poco más, y al tarambana de su abuelo, poquísimo. La asturiana quiere que sus hijas tengan el mínimo contacto posible con unos familiares a los cuales detesta y que siempre ha considerado que son una pésima influencia. No pasa lo mismo con su propia familia. Letizia siempre ha tenido debilidad por sus padres y hermanas, especialmente una Paloma Rocasolano con quien se entiende muy bien, y a quien siempre que puede van a visitar con las niñas y con Felipe, al igual que con su hermana Telma, con quien tiene muy buena sintonía, o con su padre Jesús Ortiz, a quien también van a visitar a la que pueden.
Cuando Letizia, Felipe y sus hijas van a visitarlo a él y a su pareja, en alguna celebración especial en fechas señaladas, en alguna comida familiar, ya saben que les tocará pringar, que pillarán, pasarán por el aro, como todo el mundo que va a casa del señor Ortiz, con una norma que impone a todos. De hecho, como todo el mundo que vive o vivía en casa del señor Ortiz. Y a quién no le guste, dos piedras. El hombre no piensa bajar del burro y mantiene y mantendrá a rajatabla sus costumbres, y más en su casa, solo faltaría.
Ortiz es un habitual de redes, cosa que celebramos. Y cuando un tema le pitufa, no duda en decir la suya. Como ha hecho ahora. Eso sí: deja toda actividad tuitera cuando se sienta a comer. Una usuaria aconseja que si alguien está pensando en formar una familia, "el TV fuera de los dormitorios y, a ser posible, solo uno en toda la casa y control de uso de los dispositivos móviles incluso entre adultos en cuanto a horario y lugar de uso"... En tiempo de pantallas, multipantallas, smart tv, tablets, móviles, vídeoconsolas, tiktoks, instagrams y la gente joven que no aparta la mirada de la pantalla, todo el santo día, Ortiz no piensa dejar que nadie convierta una comida familiar en una exposición del Mobile World Congress: "Medida imprescindible. Y añado: las cenas sentaditos en la mesa, a ser posible todo el grupo familiar a la vez, charlando y compartiendo el día; y nada de bandeja o mesa de comedor delante la la tele".
Medida imprescindible. Y añado: las cenas sentaditos en la mesa, a ser posible todo el grupo familiar a la vez, charlando y compartiendo el día; y nada de bandeja o mesa de comedor delante la la tele. https://t.co/356hSeeEx2
— Jesús Ortiz (@JesOrtizAl) April 13, 2024
Todos tienen que cumplirlo: sus hijas, sus nietas, su yerno y todo el mundo que lo vaya a ver y se siente en su mesa. El padre de Letizia es consciente de que batallar con los jóvenes en este tema a veces es una tarea imposible, aunque él defiende que haya "un equilibrio. Si no los pueden usar en clase, ni en casa porque tienen que hacer deberes o cenar con la familia, es necesario permitirles (aconsejarles) momentos de uso para que mantengan sus relaciones sociales, que, lo asumamos o no, son con móvil". Lo que tiene claro es que "Dado el ritmo de vida que llevamos la mayoría, es casi el único momento para ejercer lo que podríamos definir como 'labores obligatorias de educación socio-familiar'. Y ahora me volverá a decir algún anónimo ‘equisero’ que estoy pontificando".
En esto, creo yo, debe haber un equilibrio. Si no los pueden usar en clase, ni en casa porque tienen que hacer deberes o cenar con la familia, es necesario permitirles (aconsejarles) momentos de uso para que mantengan sus relaciones sociales, que, lo asumamos o no, son con móvil. https://t.co/6qcA58pbw6
— Jesús Ortiz (@JesOrtizAl) April 13, 2024
Dado el ritmo de vida que llevamos la mayoría, es casi el único momento para ejercer lo que podríamos definir como «labores obligatorias de educación socio-familiar». Y ahora me volverá a decir algún anónimo 'equisero' que estoy pontificando 🤨, ya verás. https://t.co/RJtCoh1JDl
— Jesús Ortiz (@JesOrtizAl) April 13, 2024
...Sería maravilloso ver por un agujero una comida familiar de Jesús Ortiz con su hija, nietas y yerno y ver cómo a Felipe le vibra el móvil en el bolsillo y no se atreve a cogerlo y mirar qué le dicen, o encender el Telediario, por temor a cómo se lo pueda tomar su suegro.