La relación de Letizia con su familia ha sido siempre compleja y marcada por tensiones profundas. Aunque Letizia siempre ha querido mucho a sus padres, tiene una relación especialmente cercana con su madre, Paloma Rocasolano. Su padre, Jesús Ortiz, fue una gran influencia en su vida, inspirándola a seguir una carrera en el periodismo. Sin embargo, la relación entre ellos se deterioró significativamente después del divorcio de sus padres y el nuevo matrimonio de Jesús con Ana Togores, una compañera de trabajo y de la misma edad que Letizia.

Para Letizia, el matrimonio de su padre con Ana Togores representó una traición a su madre, Paloma. Esta situación cambió por completo la percepción que tenía de su padre, pasando de adorarlo a sentir que le había fallado. Además, algunos rumores sugieren que Jesús ya conocía a Ana antes de divorciarse de Paloma, lo que solo agravó el sentimiento de traición de Letizia.

Jesús Ortiz Ana Togores GTRES

La entrada de Letizia en la familia real cambió el trato que tenía hacia su familia, los tenía aterrorizados

La llegada de Letizia a la familia real también contribuyó a la fractura con su familia. Según el libro de David Rocasolano, primo de la reina, Letizia cambió drásticamente tras comprometerse con el príncipe Felipe. Se volvió muy reservada y comenzó a tratar a su familia con desdén, algo que, según Rocasolano, fue influenciado por el protocolo de Zarzuela y la manera en que los Borbón la trataban por ser plebeya. Esta transformación la alejó aún más de sus seres queridos.

Un trato hacia su familia del que habla Jaime Peñafiel en su nuevo libro titulado ‘Los silencios de Letizia’. Concretamente, en el capítulo 3 titulado ‘Nadie lo sabía’. Tenía aterrorizados a sus padres, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, y a sus hermanas, Telma y Erika.

Érika, Telma Letizia Ortiz, única foto juntas, fuente Adiós princesa

La reina Letizia marca perfil a su familia

“David Rocasolano, el primo de Letizia, dijo que nadie sabía que Letizia iba a ser princesa de Asturias en su libro ‘Adiós Princesa’. Letizia se había vuelto muy reservada. No confiaba en su familia ni en su madre. El autor recuerda a su padre, Jesús Ortiz, diciendo que estaba ilusionado y elogiándola por su amor a la lectura y a la literatura. También dijo que conocía este compromiso y que ella era muy responsable y tenía la cabeza muy bien amueblada”. Entonces Peñafiel recuerda que David Rocasolano dijo que “Jesús había cometido un error al no guardar silencio sobre la vida privada de Letizia, lo cual demuestra que ella era muy controladora y que nunca perdonó a su padre por sus declaraciones”.

Pero las discrepancias con la familia no terminan ahí. “Letizia también prohibió a sus hermanas hacer declaraciones y ni siquiera dejarse fotografiar. Telma le mandaba a la mierda cuando esto sucedía y Erika, como siempre, se callaba”, escribe Peñafiel. Además, “también prohibió a David Rocasolano sacar fotos de su propio hijo en Zarzuela”, añade.