La relación entre Johanna Zott y Pablo Urdangarin sigue consolidándose tras más de dos años de noviazgo. Aunque ambos han intentado mantener un perfil bajo, el entorno familiar del jugador de balonmano ha complicado las cosas. Desde que Pablo asumiera el papel de portavoz mediático de su familia durante el proceso de divorcio de sus padres, su vida personal ha estado en el punto de mira, y con ella, la de su pareja.

Johanna y Pablo se conocieron durante su etapa en el Liceo Francés de Barcelona, pero su conexión quedó en pausa cuando Pablo tuvo que mudarse con su familia a Washington y Ginebra debido a los problemas judiciales de su padre, Iñaki Urdangarin. Años después, el destino los reunió de nuevo, consolidando una relación basada en valores compartidos, como su amor por el deporte. Sin embargo, el entorno familiar ha introducido tensiones inesperadas, especialmente con Ainhoa Armentia, la pareja de Iñaki.

Cristina y Johanna GTRES ok
Cristina y Johanna GTRES

Johanna Zott, más de la infanta Cristina que de Iñaki Urdangarin

El vínculo entre Johanna y Ainhoa nunca ha sido cercano. La tensión es evidente en cada encuentro familiar, especialmente desde que la infanta Cristina expresara su malestar por la relación de su hijo con la pareja de su exmarido. Aunque Pablo mantiene contacto frecuente con su padre, los encuentros en Vitoria con Ainhoa han generado incomodidad tanto en la infanta como en Johanna, quien tampoco ha logrado congeniar con la abogada.

Por otro lado, los padres de Johanna Zott, de carácter conservador, no están interesados en que su hija se vea afectada por dramas familiares ajenos. Insisten en que mantenga el foco en sus estudios de medicina, una carrera que requiere dedicación y sacrificio. Esto ha llevado a la pareja a mantener cierta distancia física, viviendo cada uno en su propio espacio, aunque su relación sigue siendo sólida.

Pablo Urdangarin y Johanna Zott
Pablo Urdangarin y Johanna Zott

La infanta Cristina ha influido en la relación de Johanna con Ainhoa Armentia

La compleja dinámica familiar no ha impedido que Pablo y Johanna sigan adelante, pero sí ha intensificado las diferencias con Ainhoa Armentia. Según fuentes cercanas, la falta de química entre Johanna y Ainhoa no es solo personal, sino que está marcada por los sentimientos encontrados de la infanta Cristina hacia la nueva pareja de Iñaki. Estas tensiones no solo afectan a Pablo, quien intenta mantener una relación cercana con todos los miembros de su familia, sino también a Johanna, quien se encuentra en una posición incómoda.

A pesar de estas dificultades, Pablo sigue buscando tiempo para visitar a su padre y participar en reuniones familiares. Sin embargo, estas visitas no han conseguido limar las asperezas entre Johanna y Ainhoa, cuya relación parece estar condenada a la frialdad.