De escándalo en escándalo y tiro porque me toca. La Borbonoca tiene más casillas que el famoso juego de mesa. Los Borbones van saltando de polémica en polémica con total impunidad. ¿Hasta cuándo? El penúltimo escándalo, las vacacioncitas a todo trapo de los entonces príncipes de España, Felipe y Letizia, en su carísimo viaje de bodas en resorts de lujo.
Entre papi y un amigo del emérito, el empresario catalán Josep Cusí, se hicieron cargo de una factura millonaria, medio millón del ala. The Telegraph señala a quien siempre se ha tildado de testaferro de Juan Carlos, que habría pagado el 50% del generoso gasto. Cusí, empresario de 86 años, y propietario de Navilot S.L., con la cual habría pagado el viajecito de los Borbones. Socio de Juan Carlos a la hora de surcar los mares, amigo íntimo del campechano, compañero de fatigas en regatas marítimas, el diario Público recuerda un episodio oscuro de su pasado, extraído de los archivos del diario El País.
Año 1984, Cusí es denunciado por un periodista de La Vanguardia, Miguel Ángel Roselló, que lo acusaba de haberlo agredido, después de que este publicara una información explicando con detalle el precio por el cual Cusí habría vendido uno de sus barcos a un empresario italiano. Según se lee, Cusí habría agredido al periodista en Porto Cervo, Cerdeña, en una entrega de premios y ante 90 personas. "Se abalanzó sobre el informador y, sin mediar palabra, le derribó de un par de puñetazos y una vez en el suelo le propinó varias patadas". Veinte años después de aquello, sin embargo, prefirió ir repartiendo billetes a Felipe y Letizia.