Este diciembre se celebran los 40 años de la Constitución española y entre los que la quieren celebrar el más interesado es el rey Juan Carlos. Él es el único nombre propio que aparece en el texto de 1978 y a sus 80 años sospecha que no llegará a celebrar el medio siglo del texto, en 2028. El problema es que Zarzuela lo tiene apartado de todo acto oficial desde el escándalo de las cintas de Corinna. Hace meses que sus apariciones públicas son por actas privados, en cenas o en los toros. Y Juan Carlos está harto. Aprovechando que la Audiencia Nacional ha archivado el caso Corinna y que el Congreso de los diputados se niega a investigar sus negocios saudíes, exige resucitar para la vida pública. Un periodista próximo a la Casa Real pone en boca del rey emérito estas palabras: "Tengo que estar, estoy ya harto de que me den patadas".

EFE

Según publica Voz pópuli "Don Juan Carlos se resiste al sacrificio. No quiere abdicar en este trance, no quiere renunciar a su presencia en unos actos que justifican toda una vida. La Constitución y el 23-F son los jalones de su reinado". La tesis ahora mismo en Zarzuela es que Juan Carlos es un fastidio, una jarrón chino, un "tabú". Escribe Jose Alejandro Vara, quien estuvo al frente de los dos diarios más monárquicos de Madrid: ABC y La Razón y poco sospechoso de republicano: "Hay debate estos días en Zarzuela. ¿Debe o no el emérito estar presente en algún acto de las celebraciones? ¿Es posible indultarle al menos a efectos del protocolo?" Se plantean que aparezca unas horas el Día de la Constitución, 6 de diciembre, en el Congreso. Un visto y no visto.

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Pero el periodista advierte que en Zarzuela no lo ven claro: "El frente judicial no está resuelto. Anticorrupción mantiene abierta la investigación sobre las comisiones del AVE a la Meca de las que hablaba Corinna. Esta es una amenaza fuera de control". La solución que ofrecen sectores monárquicos de Madrid es clara: sacrificar a Juan Carlos este aniversario redondo de la Carta Magna. Con dolor ya que consideran que la Corona y el Poder Judicial son las dos armas más potentes contra el independentismo. Pero ante la duda, la Corona no la lleva ya el padre sino el hijo.

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El artículo titulado El rey emérito se niega a abdicar acaba así: "No está de más tomarse muy en serio la sugerencia de Casado, expuesta, cierto es, en forma algo chusca, y corear "¡Viva el rey!". Eso sí, sin confundirse de rey". Es decir: Felipe sí, Juan Carlos ya no. Que el 6 de diciembre se coja puente.