Felipe VI celebra este 30 de enero 56 años. No sería, exactamente, el cumpleaños más plácido. A pesar de aparentar tranquilidad y armonía con escapadas al cine con su mujer Letizia, el ambiente está tenso en Zarzuela. El excuñado Del Burgo es un tormento, y su familia ha olido sangre. Los desafíos y las humillaciones se han ido sucediendo desde el estallido del escándalo, especialmente con la comida de celebración de los 60 años de la infanta Elena, y con la exclusiva de la revista '¡Hola!' por la juerga de cumple del padre en Abu Dabi. Juan Carlos le toca las palmas, y tiene un regalo envenenado para el niño. Medita volver a agitar el avispero con una nueva visita a España en un par de meses. Lo hará en calidad de invitado de honor en una boda. No en una cualquiera, no.

El digital 'The Objective', más de derechas que el ABC, anuncia bomba: el emérito ha recibido la propuesta de ser el invitado de honor del enlace de Teresa Urquijo, nieta de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. El exrey autoexiliado es primo hermano de la abuela de la joven de 28 años, una excusa perfecta. Almeida, más monárquico que el escudo de la bandera, estará encantado de tener a una figura tan rotunda del panorama royal español. Se hablará bastante y quizás mojen de la revista del saludo. Win-win. Ahora bien, puede provocale un problema con los titulares de la Corona, con los que Almeida se encuentra a menudo por motivos de trabajo. Y por cierto, no acostumbra a quedar demasiado, con su aspecto andrajoso y dejado habitual.

José Luis Martínez Almeida / EFE
Las manos de Almeida / Europa Press

Juan Carlos ha aceptado sabroso la invitación, solo faltaría. Si asistirá al enlace es otro tema. La versión del digital, totalmente arrodillado con el manual de estilo monárquico y protomonárquico, apunta a decepción. Descartan su visita porque claro, el emérito no querría poner en un compromiso a su hijo y a su nuera. El interés mediático que suscitaría irritaría a Zarzuela, y eso jamás. Por favor. También añaden cuestiones relativas al despliegue de seguridad, y lo más escacharrante: no restar protagonismo a los novios. No eclipsarlos. Te tienes que reír. ¿Cuándo le ha importado hacerle sombra a alguien? Que nos lo expliquen poco a poco, por favor.

Juan Carlos y su bastón multiuso / GTRES

El enlace se celebrará en la capilla que la familia de la aristócrata tiene en la localidad de Navalagamella, y después el convite en la finca 'El canto de la cruz' en Colmenar Viejo. Los preparativos están en marcha, aunque todo cuelga de un hilo por la coincidencia con la final de la Copa del Rey del fútbol. Si el Atlético de Madrid llega a la cita, el alcalde tendrá que escoger, o el amor romántico o el amor futbolero. Cosa que también tiene su aquel con respecto a los Borbones: si pasa de casarse se encontrará con Felipe el colchonero en el palco del estadio La Cartuja en Sevilla. Si se queda en la boda, en cambio, se encontraría con el patriarca. Seguro que le suelta un chascarrillo de Campechano: "José Luis, macho, ¿cómo cambias una copa por la parienta? Ya aprenderás". Palabra del marido del año... y de un merengón empedernido.

Almeida y Teresa Urquijo / The Objective
Felipe y Letizia / GTRES