Juan Carlos I y la infanta Cristina han mantenido varios acuerdos en estos últimos años. Uno de ellos por Iñaki Urdangarin. Con motivo del divorcio de la hermana de Felipe VI y el exjugador de balonmano, el emérito abonó una cantidad de dos millones de euros a su exyerno. Además de 25.000 euros mensuales de por vida. Pero no es la única persona a la que mantiene el marido de la reina Sofía. También hace transacciones todos los meses a seis de sus ocho nietos, los cuatro hijos de la infanta Cristina y los dos hijos de la infanta Elena.
Una de las nietas que más gastos le genera a día de hoy es Irene Urdangarin, la única que hasta la fecha estudia. Estudia Organización de eventos en la universidad de Oxford. La hija menor de la familia Urdangarin-Borbón, marcada profundamente por la separación de sus padres, ha experimentado serias dificultades académicas y personales. Este proceso no solo afectó su rendimiento escolar, sino que también provocó un cambio en su comportamiento. Irene, que anteriormente era considerada una estudiante ejemplar, empezó a mostrar rebeldía y un notable descenso en sus calificaciones. Incluso llegó a suspender algunas asignaturas, lo que llevó a la dirección del colegio a convocar a su madre a una reunión urgente para discutir la situación. Aunque logró aprobar el Bachillerato Internacional, fuentes internas aseguran que su desempeño estuvo por debajo del nivel esperado y que, en circunstancias normales, habría sido recomendable que repitiera el curso.
Inicialmente, Irene aspiraba a estudiar Administración y Dirección Hotelera en la reconocida universidad de Lausana, pero no logró superar las pruebas de admisión. Como alternativa, decidió tomarse un año sabático, lo que resultó ser una fuente de preocupación constante para su madre. Durante ese tiempo, la joven se mudó a la Zarzuela, en Madrid, lo que no solo la expuso al escrutinio mediático, sino que también intensificó su vida social. Irene comenzó a salir regularmente con su prima Victoria Federica, y fue en ese entorno donde conoció a su actual pareja, Juan Urquijo. Este nuevo estilo de vida alarmó profundamente a la infanta Cristina, quien temía que su hija optara por dedicarse a las redes sociales o decidiera establecerse de forma definitiva en España, algo que consideraba perjudicial debido a la exposición pública que ello implicaría. En este punto, Cristina compartía la opinión de la reina Letizia sobre la negativa influencia de Victoria Federica.
Irene Urdangarin no quiere estudiar en la universidad de Oxford
Consciente de los riesgos, Cristina logró persuadir a Irene de abandonar la Zarzuela y trasladarse al Reino Unido para residir junto a su hermano Juan. Actualmente, la joven cursa el primer año de Organización de Eventos en la prestigiosa universidad de Oxford. Sin embargo, su desempeño académico sigue siendo preocupante. Ha suspendido varias asignaturas, falta a numerosas clases y parece desconectada del entorno universitario. Según quienes la rodean, Irene ha establecido relaciones con personas poco recomendables, lo que afecta aún más su adaptación.
A pesar de estar cerca de dos de sus hermanos, Irene se siente infeliz en Londres. Extraña a su pareja y considera que su estilo de vida allí no encaja con sus expectativas. Además, siente que la carrera que eligió no es lo que realmente desea, pues sigue interesada en estudiar Administración y Dirección Hotelera. Esta frustración la tiene al borde de abandonar los estudios. La infanta Cristina, desesperada por la situación, ha tenido que realizar un nuevo viaje de emergencia a Londres para intentar resolver los problemas de su hija, lo que suma más tensión a una situación familiar ya de por sí compleja.
Solo la matrícula ya fueron 16.300 euros que pagó la infanta Cristina de su bolsillo. Juan Carlos I se encarga de todos los cursos de la joven. 40.000 euros por año en caso de no suspender ni una sola asignatura. Un total de 160.000 euros.