Juan Carlos es conocido por su fama de mujeriego más que por su historia en la monarquía española. Según un excoronel muy amigo del emérito, el marido de la reina Sofía era un auténtico depredador sexual. Muy seductor, mantuvo relaciones íntimas con más de 5.000 mujeres. La mayoría de ellas prostitutas de lujo. Las pagaba con los fondos de los Presupuestos Generales del Estado. Tenía una en cada ciudad. También intentaba conocer a artistas o mujeres que para él parecían inalcanzables como Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayà. Las dos primeras confirmaron su historia de amor con el padre de Felipe. La abuela de Leonor fue engañada en multitud de ocasiones. La humilló de todas las formas posibles. Descubrió las infidelidades de su marido cuando descubrió a la vedette en casa. Tanto la reina Sofía como Juan Carlos estuvieron a punto de divorciarse, ella cuando descubrió las infidelidades, y él cuando se enamoró de la empresaria alemana.

El emérito se veía con todas esas mujeres en El Pardo o en Zarzuela cuando su mujer no estaba. Tenía pasillos secretos que daban a habitaciones acorazadas donde guardaba los mayores secretos. También alquilaba propiedades para verse en secreto con ellas, como en Boadilla del Monte o Majadahonda. Incluso en su lujoso yate, y en Marivent. Cualquier perversión era válida.

Juan Carlos baston EP

Juan Carlos alquilaba pisos y casas para verse con otras mujeres en secreto

Juan Carlos hacía todo lo posible para que no se descubriese sus encuentros íntimos con esas mujeres. Eran sus escoltas los que se encargaban de recoger a las mujeres y llevarlas al piso o casa donde se encontraba él desde hace horas. Nadie se percataba de nada, y si alguien hacía alguna fotografía, Casa Real pagaba por ellas para que no llegasen a publicarse. En una ocasión recogieron a una cantante en los estudios de TVE.

Juan Carlos I

Emilio Alonso Manglano, exjefe de los servicios secretos de España, se preocupó por si algún día el padre de Felipe podía ser descubierto. Así que cambiaron a ubicaciones más seguras. En un principio, se estableció un sitio en Majadahonda, pero se prefirieron ubicaciones más cercanas en La Florida y Puerta de Hierro debido a su proximidad a Zarzuela. Según Kiko Matamoros, el CESID llegó a grabar a Juan Carlos en estas reuniones privadas. La situación llegó a ser tan monitoreada que los servicios secretos mantuvieron una vigilancia constante sobre el ex monarca, registrando minuciosamente cada uno de sus movimientos.

Al famoso piso de Majadahonda Juan Carlos ha llevado a infinidad de mujeres. No se sabe nada de lo que sucedía en el interior, solo lo sabían los dos protagonistas de la historia. Se habla de cantantes, artistas, incluso la mujer de un político de la transición. El emérito ha roto muchos matrimonios.