Dicen que la historia siempre se repite, y esto ha pasado con Juan Carlos I. En marzo veía la luz una grabación de 1990 donde el Rey emérito confirmaba su relación con Marta Gayá, decoradora interiorista de la alta sociedad de Palma.
Después del revuelo, el exmonarca no ha querido alejarse de su amante, todo lo contrario. Esta misma semana hemos podido ver las imágenes de ambos juntos en Irlanda, donde viajaron a finales de julio.
Juan Carlos I y Marta Gayá acudieron a Clonmellon, municipio a unos 80 kilómetros de Dublín, con motivo de la reapertura de la iglesia San Juan Baptista. Fueron invitados por Allen de Jesús Sanginés-Krause, exdirector de Goldman Sachs en España, y persona muy próxima al exmonarca.
En un momento dado del acto, Juan Carlos I recibe un homenaje ante todos los asistentes, y es en este instante cuando las cámaras captan a Marta Gayá, que al darse cuenta de ello, se aleja físicamente del Rey emérito. Este es el vídeo que lo muestra:
Noche en un castillo encantado
Mientras la Familia Real pasaba sus tradicionales vacaciones en Palma, Juan Carlos se hospedó en Irlanda después de la inauguración de la iglesia. Concretamente, en un escenario encantado. Se trata del castillo de Killua, en el contado de Westmeath, una visita obligada por los que hacen la ruta de los castillos de Irlanda.
Castillo de Killua. Imagen: Google Maps.
Según explica El Español, Juan Carlos escogió este edificio de 1780 - propiedad de su amigo Krause - para pasar la noche con Gayá. La construcción fue hecha por Benjamin Champan, el primer barón de Killua, concebida como una casa, no como un castillo. Fue su sucesor, Thomas Chapman, que lo convirtió en una fortaleza gótica, donde él también residió.
En ruinas hasta hace pocos años, ahora es una meca para determinados turistas, y es que el castillo sigue teniendo sus pasajes secretos que dan a los jardines, incluso con un cementerio dentro del recinto.
Allí quiso refugiarse Juan Carlos con Marta Gayá. Para el exmonarca, quizás mejor un castillo encantado con una amiga especial, que el verano en familia -y lleno de cámaras- en Marivent.