Más temprano que tarde, Juan Carlos I deberá regresar a España, ya que sería un deshonor tanto para la Corona como para Felipe VI que su fallecimiento ocurriera a miles de kilómetros y su cuerpo tuviera que ser repatriado. No obstante, el rey emérito sigue generando revuelo mediático cada vez que pisa suelo español, lo que mantiene su figura en el ojo público. Actualmente, la Agencia Tributaria no tiene acceso a su abultado patrimonio, algo que sin duda representa un alivio para él. Países como Abu Dabi le ofrecen ventajas fiscales atractivas para grandes fortunas como la suya, lo que convierte a este destino en una opción conveniente. Del mismo modo, Suiza se presenta como otra alternativa viable, por lo que no se descarta que pase sus últimos años en Ginebra, cerca de la infanta Cristina.
A pesar de estas circunstancias, es posible que Juan Carlos continúe realizando visitas esporádicas a Madrid, como lo ha hecho en los últimos años. Al no enfrentar ninguna causa judicial en la actualidad, puede desplazarse con total libertad sin necesidad de dar explicaciones a la Casa Real ni a los monarcas en ejercicio.

En lo referente a lo que ocurrirá tras su fallecimiento, todo parece estar cuidadosamente planeado. Hay quienes opinan que debería establecerse en España o al menos en un país cercano, pues su prolongada estancia en el extranjero podría interpretarse como una deshonra para Felipe VI y la monarquía. Sin embargo, la Casa Real no ha hecho declaraciones sobre este tema. Lo que sí es un hecho es que Juan Carlos ha tomado previsiones en cuanto a sus asuntos financieros. En 2023, vendió las últimas propiedades que tenía en Cataluña y el País Vasco con el fin de facilitar la gestión de su patrimonio a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, quienes serán sus principales herederas. Cabe recordar que Felipe VI renunció públicamente a la herencia de su padre debido a la polémica en torno a sus finanzas.
El exmonarca ha visitado Suiza en varias ocasiones por distintos motivos, entre ellos, la gestión del divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Además, ha aprovechado estos viajes para modificar su testamento, el cual está registrado en una notaría de Lausana. En sus visitas recientes, ha realizado ajustes para definir claramente cómo se distribuirá su fortuna entre sus hijos una vez que fallezca.
La reina Sofía es una de las herederas de Juan Carlos I
Las principales beneficiarias de su herencia serán las infantas Cristina y Elena. Cristina, al residir en Suiza, podrá recibir su parte sin necesidad de declararla en España, mientras que Elena, con residencia fiscal en territorio español, deberá tributar su herencia en el país. No obstante, se han implementado estrategias para reducir al máximo los impuestos que el Estado español pueda recaudar de este patrimonio.
Uno de los movimientos recientes más relevantes ha sido el traslado de Froilán a Abu Dabi. Más allá de mantenerlo alejado de la polémica, esta decisión responde a un objetivo más estratégico: que actúe como intermediario en la gestión del patrimonio familiar. Actualmente, se está valorando la posibilidad de que Victoria Federica siga el mismo camino. Según lo previsto, ambos recibirían los fondos, mientras que su madre, la infanta Elena, asumiría el papel de administradora, replicando así el modelo de gestión económica establecido por su abuelo.
En cuanto a Felipe VI, su posición respecto a la herencia de su padre sigue siendo incierta. Aunque en 2020 anunció públicamente su renuncia a la fortuna de Juan Carlos I, la realidad es que no podrá formalizar dicha renuncia hasta que su progenitor fallezca. Aun así, ha dejado instrucciones claras para que su nombre no aparezca en el testamento.
Por último, hay dos aspectos llamativos en la distribución de la herencia. Ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía recibirán una parte del legado económico de su abuelo. Sin embargo, sí lo hará la reina Sofía si sobrevive a Juan Carlos I. Felipe VI no ha rechazado la herencia de su madre, lo que significa que, indirectamente, tanto él como sus hijas recibirán dinero procedente del patrimonio del exmonarca.