Juan Carlos sigue su larguísima estancia en Galicia donde aterrizó el lunes 23 de septiembre y se marchará el lunes 7 de octubre, quince días a base de marisco, amigos y muestras de vasallaje que no están gustando a los vecinos de Sanxenxo, que según confiesan a los pocos periodistas que osan preguntar, contemplan las estancias del emérito con más curiosidad que admiración. En cambio, en el PP gallego no tienen manías de fotografiarse con el emérito pocas horas después de las fotos con Bárbara Rey. Toda la Familia Real ha evitado fotografiarse con el amante de la vedette pero en el PP siguen haciendo vasallaje, con el conselleiro de Mar de la Xunta de Galicia en el acto de la Medalla de Oro que la Federación Gallega de Vela le ha concedido al monarca. La regata lleva su nombre, en un momento que el nombre está tan manchado que incluso los propietarios del Hotel Juan Carlos de Barcelona le han cambiado el nombre y ahora se llama Torre Melina Gran Melià. Ni rastro del emérito en el hotel de Pedralbes donde se veían Letizia y Jaime del Burgo, mientras en Sanxenxo lucen su nombre, 9.ª Regata Rey Juan Carlos y exhiben al rey corrupto como un santo sobre la peana:

Juan Carlos domingo presidiendo la regata de su nombre, GTRES

Los vecinos no lo tienen en un pedestal, saben que el rey ha robado a Hacienda, ha engañado a la mujer, la familia y el país con amantes y con millones en negro, una fortuna incalculable que sus hijas y sus seis nietos Marichalar y Urdangarin heredarán en Abu Dhabi, sin declarar. Juan Carlos encara la etapa final de la vida, no puede ni ponerse de pie como muestran las imágenes en el puerto, así cuando se pidió un minuto de silencio por la muerte en accidente de coche de un matrimonio de la ciudad, el rey intentó levantarse a trancas y barrancas sostenido en el bastón. A los 86 años ya lo tiene todo arreglado, los millones, las hijas, los nietos y Leonor, a quien ya no espera ver mucho más. En enero la princesa abandonará Marín y zarpará para una travesía de medio año desde Cádiz con el Juan Sebastián Elcano hasta el verano cuando acabe los estudios en la Marina. Su tensa conversación con Felipe la han explicado en el digital afín a la Corona Monarquíoa confidencial: "Fue escueta, Felipe sabía del libro de memorias de su padre pero no había podido evitar su publicación. Le insistió en que "Leonor está por encima de todo". Como explicó Pilar Eyre, hay un pacto secreto entre padre e hijo y con la nieta: le conceden al emérito verse con Leonor en Marín, sin fotos, a cambio que renuncie a publicar el libro de memorias que es como el libro tan anunciado de Jaime del Burgo: no se publicará nunca.

Juan Carlos no puede ni bajar escaleras|escalas, GTRES

Hay otra noticia que avergüenza a los gallegos, el avión con el cual vuela a Galicia el emérito es oficialmente de su dentista. SegúnEl Confidencial "Juan Carlos usa el avión de su dentista, pero nadie sabe cómo lo paga y Hacienda tampoco. El dr. Anitua de Vitoria  es extremadamente rico y le está dejando el avión sin cobrarle nada. Pero incluso en ese caso, Juan Carlos I tendría que declarar la cesión de la aeronave como una donación, igual que hizo en su segunda regularización fiscal, en febrero de 2021, cuando tuvo que pagar a Hacienda 4,4 millones de euros por ocultar que su primo Álvaro de Orleans le había regalado vuelos privados por importe de más de 8 millones". Juan Carlos sigue robando a los españoles, ahora volando según él, gracias a una donación que también tributa y que no se sabe si declara.

El avión del dentista, EP
El jet privado que utiliza el emérito, EP
Juan Carlos sube al avión, EP

Este es el panorama de las estancias del emérito en Galicia, unos diarios lo pintan como un deportista de élite que gana regatas a los 86 años como un superhéroe, pero la realidad y la información es esta otra.