Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón llegaron a un acuerdo de divorcio donde figuraban varias cláusulas, entre ellas una que estaba relacionada estrechamente con sus hijos, especialmente con Irene, que aún era menor de 25 años y continuaba con sus estudios universitarios. El exduque de Palma no se haría cargo de ningún pago relacionado con la educación de sus cuatro hijos, todos recaerían en la infanta. Él declaraba que no tenía ni un euro y la prestación que recibía era mil veces menor que el sueldo de la hija de Juan Carlos. No obstante, según Juan Luis Galiacho, el exjugador de balonmano ha ingresado dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, y 25.000 euros mensuales de por vida por haber aceptado ingresar en prisión y no perjudicar a ningún otro miembro de la familia. Ahora mismo es Juan Carlos quien se encarga de todos esos gastos, mientras que el día de su muerte será la infanta Cristina quien continúe con ese trato.
Irene ha optado por estudiar Organización de Eventos, una carrera que le entusiasma. Para ello, asistirá a la University College of London, una de las universidades más reconocidas del Reino Unido, aunque también de las más caras. La matrícula anual asciende a 30.000 euros, lo que implica que en los cuatro años de estudios el total sería de 120.000 euros. Es probable que, al igual que en ocasiones anteriores con la educación de sus nietos, sea el rey Juan Carlos quien asuma estos costos.
Juan Carlos cubre todos los gastos de sus nietos
La infanta Cristina tampoco se ocupa de los pagos de los estudios de sus hijos, Juan Carlos siempre se comprometió desde que nacieron a hacerse cargo de todos los gastos. Ha pagado la escuela a todos, a excepción de Leonor y Sofía, también sus estudios formaciones, el carnet de conducir, su primer coche o el alquiler de una vivienda, o simplemente se la han regalado.
Juan Carlos I está muy ilusionado con la formación universitaria de Irene Urdangarin y ayuda a Iñaki y Cristina en todo lo que sea necesario, a pesar de que a la infanta no le hace falta ninguna ayuda, cobra 400.000 euros anuales.