Juan Carlos comiéndose el suelo... Tanto da cuando lean esto. El emérito, todo un experto en pegarse guantazos, representa como nadie eso de que la monarquía está por los suelos. No hace falta que lo jure. El Borbón es el royal que más natas se ha pegado, que más veces ha hecho el ridículo protagonizando sopapos que han dado la vuelta al mundo. Hay para dar y tomar. Parece un habitual del Zona Zàping o de Vídeos de primera.
Las tortas de Juan Carlos son de traca. Las veces que ha estado a punto de perder la piñata son incontables. Juan Carlos ha estado más veces en posición horizontal que vertical, y no va con segundas. Imaginen si cuando no tenía el cuerpo como Robocop, ni tenía la edad que tiene, ni las muletas formaban parte de él, no paraba de ir por los suelos, qué no le pasará ahora que está como está, hecho un cuadro. Y en Zarzuela han querido poner hilo en la aguja y decir hasta aquí. Quieren evitar a toda costa la esperpéntica imagen de volver a ver al monarca comiendo arena. Y en Monarquía Confidencial se han fijado en una de las medidas que han decidido aplicar, que se ha podido ver en la reciente visita del emérito en Galicia. Como es habitual, el Borbón ha vuelto a Sanxenxo para hacer lo que más le gusta: no pegar un palo al agua, ir de comilona en comilona y tiro porque me toca, verse con sus amigotes Pedro Campos y compañía, o con su hija Elena, y navegar. El bribón a bordo del bribón.
En el citado medio se han fijado en que el rey, en su estancia en tierras gallegas, ha utilizado ropa cómoda y deportiva para poder navegar mejor. Y en este sentido, "El rey emérito solo confía en una marca especializada: ‘North Sails’, que resulta ser una firma pionera en actividades de viento y agua". Una marca que parece haber dado la clave para evitar malos mayores del Borbón: “Esta marca dispone de un calzado excepcional para el rey, principalmente para evitar caídas. De ahí que tenga suela antideslizante, específica para actividades de vela”. Unas zapatillas modelo 'Perfomance', diseño confeccionado con nailon reciclado, de secado rápido, que cuestan unos 150 euros y lo más importante, con suela transparente, antideslizante, con velcro, sin cordones, "dando mayor comodidad y seguridad al emérito, y cuenta con las siglas de la marca -NS- en su lateral". Quizás le han puesto esto de NS por Ningún Sopapo más.
La propia marca destaca que los resbalones “consumen tiempo y pueden provocar lesiones cuando atraviesas la embarcación”... ¿Volveremos a ver a Juan Carlos por los suelos?