Telecinco ha cubierto de oro a Ángel Papadópulos García, y está a punto de hacerle un monumento. El 'Deviernes', la nueva apuesta por el cotilleo más descarnado de las noches de los viernes, está igualando la batalla contra Antena 3. Sigue siendo segunda, pero ya no hay un abismo. Y el motivo de este arranque tan destacado es el testimonio demoledor y carísimo de Ángel Cristo Jr., hijo del domador y de Bárbara Rey. La imagen de la artista murciana está siendo masacrada sin piedad. Una interesada que ha vivido del chantaje, incluso utilizando a sus hijos, hermanos y padres de edad avanzada para alcanzar sus intereses turbios. El objetivo principal, Juan Carlos de Borbón. La relación siempre silenciada del rey adúltero y la vedette ha sido un medio de vida muy lucrativo. Y Ángel, con 12 años, se convirtió en colaborador necesario. Incluso en ejecutor.
La versión de Cristo Jr. es que él fotografió las situaciones íntimas de su madre y el rey de España en varias ocasiones. También instaló micrófonos, atravesó fronteras con sumas enormes de dinero, era el encargado de revelar el material. Tras décadas de silencio, Ángel desembucha y se permite frivolités, como comentar el material que posee y que ha entregado al programa de Santi Acosta. De momento no lo han enseñado, quizás nunca acabe de ver la luz. Pero sí que nos han hecho una descripción directa de las instantáneas, a través de su presunto autor. La sordidez es constante, especialmente cuando sabes que se trataba de una trampa. Después de años separados, Bárbara volvía a acercarse a su examante, pero no por amor. Quería pasta. Y mucha.
Durante el programa se han relatado tres intentos de chantaje a Juan Carlos, con los servicios de inteligencia llegando a pagar en dos ocasiones. En todas ellas, el botín eran las cintas de conversaciones y las fotografías escandalosas obtenidas de manera oculta por la vedette. ¿Qué se veía allí? De momento, una versión light. Hay, por lo visto, escenas mucho más subidas de tono. Pero imaginarse a un Juan Carlos jugando fuera de casa mientras la actriz le sirve sus tres pasiones al mismo tiempo es suficientemente fuerte: "En esta mi madre abriendo una botella de vino y él mirándole los pechos. En esta se están besando. En esta otra foto él está llevando la bandeja del porche al comedor porque ya irían a comer y en esta foto mi madre le está enseñando la paella que le acaba de cocinar. A él le gustaba la paella”. Vino, paella, faldas. Y el niño haciendo clic a escondidas. Brutal. Normal que el emérito se haya largado de Sanxenxo sin prácticamente avisar, vaya imagen. Una vez más.
La difusión de este material, por el que pidió 18 millones de euros, aunque acabó cobrando mucho menos, en diferentes vías y etapas, ha hecho estallar a Bárbara. Se lo ha trabajado mucho y no quiere este final: incluso escondió el material bajo el asiento de la butaca de su padre mayor, quien no se movía de allí en todo el día. Acusa a su hijo de robarle las fotos, de ser un ladrón. Se ha acabado la tregua aquella de "no hablaré mal de él públicamente". Ahora ya va a por todas. Bueno, tampoco es que haya parado a sus amistades destruyendo la imagen pública de su vástago: problemas de salud mental, violencia familiar, tratamientos... Pero ahora ya ni disimulará. Es la guerra.