Juan Carlos, a pesar de las evidencias, es probablemente el Borbón más caradura y jeta, y lo que es peor, que se cree por encima del bien y del mal y considera que él está en este mundo para que el resto le baile el agua y le dé golpecitos en la espalda. El emérito se piensa con el derecho de hacer siempre lo que le apetece y todavía hoy, no entiende por qué le dieron una patada y lo enviaron muy lejos, a kilómetros de Zarzuela, a Abu Dhabi para que no moleste al resto de la familia real. Pero él, tozudo y mimado, sigue creyéndose inocente, que no ha hecho nada malo, y a la mínima que puede, se deja caer, cada vez de manera más constante, por España.

rey emérito Juan Carlos I a una regata en Sanxenxo / Europa Press
Juan Carlos en Sanxenxo / Europa Press

Al principio de su retiro forzado, cuando su hijo lo envió a los Emiratos Árabes, el monarca se estaba quietecito y obediente. Ahora, cuatro años después, cada vez vuelve con más frecuencia. Que si un chequeo por aquí, que si una regata por allá, lo que sea que le permita seguir en contacto con lo que a él le gusta hacer: navegar, pegarse festines hasta arriba, hacer jijijaja con los amigotes y disfrutar de il dolce far niente. Sanxenxo es su destino preferido, marisco en abundancia y vinito de la zona, pero no es el único restaurante de cabecera que tiene el monarca, que a menudo se pone la botas en diferentes locales, encantados de la vida de hacerse fotos con su visita y de hacer de palmeros el tiempo que haga falta a cambio de una buena promoción por sus establecimientos, luciendo orgullosos imágenes de la presencia del Borbón.

Juan Carlos al 'Chino del Rey'
Juan Carlos en 'El Buen Gusto 1999'

Uno de estos restaurantes incluso estableció en su carta un menú donde los platos que recomiendan son precisamente los que pidió el padre del rey, el menú que precisamente escogió Juan Carlos cuando fue: arroz con pato, bogavante y bolitas de pescado de Wenzhou. Hablamos del restaurante Buen gusto 1999, aunque todo el mundo lo conocía como 'El chino del Rey'. Un restaurante de comida china que durante 27 años había en un céntrico edificio del número 60 del Paseo de Santa María de la Cabeza y que cerró el pasado mes de junio, para desolación de los clientes habituales, como Juan Carlos. Su propietario prometió que volverían, "Buen Gusto volverá", como Terminator. Y ha cumplido su promesa. Eso sí, ha cambiado de localización. Ahora se lo puede encontrar en los alrededores de un polígono industrial de Majadahonda, 'El Carralero', en la zona sur, cerca de Boadilla del Monte, en la calle Manuel de Falla, y al lado de una clínica veterinaria, algún supermercado y una gasolinera, como destacan en El español.

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El Buen Gusto 1999, antes
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El Buen Gusto 1999, ahora

Nuevo espacio mayor, dos terrazas, decoración con simbología china, esculturas de pavos colgando del techo y una fotografía del emérito al lado de los propietarios. Es uno de los reclamos del 'Chino del Rey'. El otro, quien le hacía sombra al monarca, era un robot-camarero, de nombre 'Cacahuete', encargado de llevar la comida a las mesas. Seguro que Juan Carlos irá, ni que sea para conocer a este robot-camarero... La duda es, ¿invitará a su querida nuera Letizia? Nos jugamos un cacahuete a que no.