Juan Carlos y Sofía formaron uno de esos tantos matrimonios en los que se casan por obligación y no por amor. Tal vez por ello la relación no terminó de funcionar y acabó con cada uno por su lado. Aunque nunca se han divorciado para no enturbiar la imagen de la corona y generar un escándalo, viven separados desde hace años. De hecho, hace tres años que no conviven ni en la misma casa. El emérito se encuentra en los Emiratos Árabes.

Juan de Borbón obligó a su hijo a casarse con la hija de la reina Federica. En aquel momento el príncipe estaba enamorado de Olghina de Robilant con quien mantenía una relación sentimental. Sofía estaba enamorada de Harald de Noruega, pero él solo la veía como una amiga. Los dos se casaron y ya tuvieron problemas en la boda y en la posterior luna de miel. Mantenían relaciones íntimas solo para concebir al futuro heredero al trono. Encima tardó en llegar. Las dos primeras fueron mujeres, Elena y Cristina. Cuando nació Felipe dejaron de compartir cama.

Corinna Larsen y Juan Carlos I

Juan Carlos mantenía relaciones extramatrimoniales con multitud de mujeres, su fama de mujeriego era conocida en todo el mundo. Se acostó con más de cinco mil mujeres. Algunas de ellas eran esporádicas, otras le robaron el corazón. Como Corinna Larsen. A pesar de los problemas con la alemana, Pilar Eyre cree que si ella le pide volver juntos, él aceptaría con los ojos cerrados. Fue uno de sus grandes amores. De hecho, estuvo a punto de divorciarse de la reina Sofía por ella. Se lo comunicó a sus tres hijos.

Juan Carlos estaba enamorado de Corinna Larsen y guardaba todas sus fotografías 

En 2004 cayó rendido a los encantados de la empresaria. Su belleza, su clase y su inteligencia. A ella le gustaba su carácter bromista y su actitud, no se creía nunca más que nadie por el simple hecho de ser rey. Viajaban juntos y la llamaba hasta diez veces al día. Cuando ella preguntó el papel de Sofía, él contestó que “tenían un acuerdo para representar a la Corona, pero con vidas totalmente diferentes e independientes” según reveló Corinna en la BBC.

Corinna Larsen

Pensaba en ella las 24 horas del día, cuando no podían verse la llamaba. En una ocasión se arriesgó a ser descubiertos y la invitó a su oficina, su habitación. Un lugar secreto y privado. Quería mostrarle todas las fotografías que tenía de ella y de sus hijos. Se trataba de un pasillo vigilado por una puerta electrónica escondido de la reina Sofía y el personal de servicio.

“Tenía una zona completamente reservada para él dentro del palacio y creo que quería que yo la viera”, afirmó ella en el podcast.