Barcelona es una ciudad pequeña y todo se sabe. Esta semana ha aterrizado discretamente el rey Juan Carlos para someterse a un tratamiento médico. Pero no en el Hospital Clínic o a la Clínica Teknon. No es un asunto oncológico o de su cadera sobresaturada. Está en una clínica de estética. En la zona alta, en el barrio de Sarrià, en una torre modernista de la calle Cardenal Vives, la Casa Alemany, está la Clínica Desánchez. Allí lo ha atendido el doctor de medicina estética Manuel Sánchez, según fuentes médicas.
La filtración médica advierte que el monarca se ha hecho "pruebas rutinarias" pero el centro es de anti-envejecimiento y hace líftings faciales, implantes y saca flacidez, celulitis, varices... Cirugía plástica y estética al servicio de personas con recursos. Juan Carlos se abrió la cabeza con la rama de un árbol y podría querer arreglarse la brecha. Y de paso se hace lo que él denomina "chapa y pintura".
El rey emérito se trata con este médico desde hace 15 años pero es la primera vez que visita la nueva sede de Sarrià. Las mismas fuentes informan que durante la visita, el rey bromeaba sobre el hecho de que es "el primer cliente de la casa". Será el más antiguo, o lo que se deja más presupuesto para arreglarse la cara a sus casi 82 años. Otros clientes famosos son Josef Ajram:
Joan Carles es como Ajram. Josef hace ironmans y el rey es el hombre con más hierro encima, en prótesis. Letizia, Elena y ahora Juan Carlos. Todos al cirujano plástico. El rey lucirá, almenos, un lífting catalán.