El reciente acuerdo alcanzado entre Bárbara Rey y Mediaset ha generado un gran revuelo en el mundo del entretenimiento y la prensa rosa. La vedette, que ha estado en el centro de numerosas especulaciones sobre su relación con el rey emérito Juan Carlos I, ha llegado a un pacto millonario con la cadena de televisión para narrar detalles sobre su vínculo con el exmonarca. No obstante, este acuerdo no solo tiene repercusiones para Bárbara, sino también para los miembros más cercanos de la familia real, especialmente el actual rey, Felipe VI.
Según ha revelado Kiko Hernández, el contrato que la vedette ha firmado con Mediaset no solo la asegura una gran visibilidad mediática, sino que incluye una cláusula clave: Bárbara y su hija, Sofía Cristo, han sido fichadas juntas como parte de un mismo paquete. El dinero involucrado es considerable, con cifras que superan los 500.000 euros para Bárbara y más de 300.000 euros para Sofía Cristo. A este pacto, se le suman otras posibles fuentes de ingresos derivadas de entrevistas y programas, lo que supone una suma millonaria para ambas.
El contrato de Bárbara Rey con Mediaset permite a Juan Carlos I tenerla controlada
Lo verdaderamente impactante de este acuerdo, sin embargo, es lo que se deja entrever detrás de las cámaras. Fuentes cercanas al entorno de la Casa Real sugieren que el rey Juan Carlos I habría tenido un papel fundamental en el proceso, moviendo hilos para asegurar que Bárbara Rey obtuviera el contrato que quería, bajo ciertas condiciones.
Este pacto podría ser visto como una especie de contraprestación para que la vedette no revele detalles comprometedores sobre su relación con los miembros de la familia real, en particular sobre los hijos del ex monarca, entre ellos, el rey Felipe VI. Además, la exclusividad del contrato asegura que no vaya contando de todo en cualquier medio. Es una forma de tenerla controlada en todo momento.
La especulación sobre los secretos que Bárbara podría conocer sobre los miembros de la Casa Real es un tema recurrente en la prensa. Se rumorea que la vedette tiene información confidencial que podría poner en una posición incómoda a la monarquía, especialmente en lo que respecta a cuestiones privadas relacionadas con Felipe VI. Por ello, se interpreta que la oferta millonaria y la presión para que se mantenga en silencio sobre ciertos aspectos de su vida podrían ser la clave para evitar que el escándalo se descontrole aún más.