La salud del rey emérito Juan Carlos I se ha convertido en un asunto de creciente preocupación. A sus 87 años, el deterioro físico que enfrenta es irreversible y se ha ido agravando con el paso del tiempo. Entre los principales problemas que afectan su calidad de vida se encuentran graves afecciones articulares, como una cadera dañada, sumadas a los efectos de intervenciones quirúrgicas fallidas y la artrosis, que han dejado a Juan Carlos con una dependencia física cada vez mayor.
La silla de ruedas se ha convertido en su compañera cotidiana, y su movilidad se ve cada vez más limitada. La situación ha empeorado en los últimos meses, obligándolo a tomar decisiones difíciles. El diagnóstico médico de Juan Carlos ha sido claro: su estado de salud no tiene vuelta atrás. La demencia senil también ha comenzado a hacer estragos, y su capacidad para recordar nombres y rostros se ve cada vez más comprometida. Por eso, el tiempo que pasa en Ginebra se ha incrementado, ya que está más cerca de España en caso de que decida hacer alguna visita. Desde Suiza, el vuelo a Madrid es de apenas dos horas, mucho más corto que desde los Emiratos Árabes, donde su residencia principal está ubicada.
Una vida adaptada para no sufrir en los días que le quedan
La casa en Suiza, al igual que su residencia en Abu Dabi, ha sido modificada para adaptarse a sus necesidades físicas. Se han instalado rampas y baños accesibles, y los espacios han sido reorganizados para hacer su vida más cómoda y segura. Incluso se ha modificado el Bribón, embarcación con la que participa en las regatas de Sanxenxo, para que pueda seguir disfrutando de la que es una de sus grandes pasiones. El emérito ha viajado a Sanxenxo esta semana para participar en la competición de este fin de semana con el Bribón ya modificado.
Mientras tanto, el dolor constante y las limitaciones en su cuerpo le han generado una necesidad urgente de atención médica las 24 horas del día. Para paliar estos dolores intensos, especialmente los relacionados con su cadera y sus piernas, Juan Carlos ha decidido contratar a un profesional sanitario que le brinde cuidados de forma continua.
Atendido las 24 horas del día
Este equipo especializado, con médicos y un fisioterapeuta a la cabeza, le ayuda con masajes terapéuticos y ejercicios dirigidos a aliviar el malestar y mejorar su descanso, un aspecto fundamental para él. Además de tratar el dolor, estos profesionales le proporcionan el cuidado necesario para que, al menos, pueda descansar y evitar que el malestar interrumpa su sueño cada noche. Con el apoyo constante de estos expertos, Juan Carlos intenta enfrentarse al inevitable proceso de envejecimiento, buscando al menos alivio para los días que le quedan.