La figura del rey Felipe VI siempre ha estado envuelta en un halo de reserva y timidez, especialmente en lo que respecta a sus relaciones sentimentales. A diferencia de su padre, Juan Carlos I, cuya pasión por las mujeres era notoria, Felipe era más recatado en este aspecto. Aunque era un hombre atractivo y deseado por muchas mujeres, nunca estaba seguro de las verdaderas intenciones de quienes se acercaban a él. Entre las acusaciones de interés, destacaba la que apuntaba hacia Letizia, quien según algunas voces como la de la experta Maica Vasco, solo buscaba el poder y la posición que le proporcionaría su matrimonio con el príncipe.
La vida amorosa de Felipe no comenzó hasta que estudió su máster en Estados Unidos, donde, junto a su primo, conoció a su primera pareja. Esto preocupaba enormemente al rey emérito, Juan Carlos I, quien veía en su hijo un posible desvío del patrón de seducción y conquista de los Borbón.
Juan Carlos I buscó una novia a Felipe VI antes de que se esparcieran los rumores sobre su homosexualidad
Los rumores sobre la posible homosexualidad de Felipe comenzaron a circular entonces, alimentados por supuestos encuentros íntimos con un cadete durante su estancia en la academia militar en Estados Unidos, según la periodista Laura Rodríguez. Rumores que preocupaban profundamente a Juan Carlos I, quien veía en la debilidad de su hijo con las mujeres un peligro para la estabilidad de la dinastía Borbón. Juan Carlos I atribuía esta situación a la sobreprotección de la reina Sofía había contribuido a esta situación.
Ante la creciente especulación sobre la orientación sexual del príncipe, se tomó la decisión de encontrarle una pareja que pudiera desviar la atención de los medios y el público. Así fue como Eva Sannum, una modelo noruega, fue contratada para desviar los rumores sobre la homosexualidad de Felipe. Su atractivo físico y su imagen pública la convirtieron en la elección perfecta para cumplir ese papel.
Sin embargo, la relación entre Felipe y Eva no resultó como se esperaba. La modelo noruega apareció en una revista en un contexto explícito, lo que no fue bien recibido en la casa real. La presión ejercida desde el palacio llevó a un distanciamiento entre la pareja. Jaime Peñafiel desliza en una de sus intervenciones que le gustaría saber si “se pagó a Eva Sannum” para que desapareciera del primer plano.
Asimismo, Laura Rodríguez también hace referencia al matrimonio de Felipe VI con Letizia como una fachada para ocultar su verdadera orientación sexual. Según algunas versiones, tanto Felipe como Letizia habrían acordado mantener esta tapadera para proteger sus respectivos intereses: él, para mantener una imagen pública acorde con la tradición de la monarquía; ella, para alcanzar la posición de poder que ambicionaba.