La Audiencia Nacional que está investigando al comisario Villarejo ha abierto finalmente una pieza separada por las cintas del expolicía en prisión provisional con Corinna que salpican al rey. Y Juan Carlos preocupado. Todavía no se apaga el eco de las conversaciones que lo delatan como presunto evasor fiscal y blanqueador de dinero negro y el rey emérito sigue como si nada. Sin agenda oficial pero con agenda. Regatas en Galicia y entrecot de buey en León.

La fotografía más buscada, la de la cara del rey, se ocultó a las cámaras que lo esperaban en Galicia ya que no salió del coche durante una hora parado en el puerto de Sanxenxo. Pero en otra de sus salidas de lujo se hizo la foto que todo restaurante quiere: los empleados y el rey. Es la Bodega El Capricho en León:

Agradecidos por  promocionar el local, que sirve el "Chuletón de buey" a 120 €/kg. En el portal Vanity Fair han podido saber el menú del rey, sus amigos y la escolta: "Carne de buey, cecina y el tartar: probó un poco de todo pero no comió grandes cantidades. Tampoco tomó postre. Y dos vinos: El Capricho y Fuentes del Silencio". La bodega tiene un menú que no es de bar de carretera: de 130 euros por persona. Los comentarios no tienen pérdida:

GTRES

Para no tomar postre está de buen año. El anillo en el meñique hace mafioso y la fotografía que habría que publicar es del emérito dando explicaciones a los españóles, en comisión parlamentaria o en los juzgados, de los presuntos 80 millones de comisión por hacer de mediador entre empresas españolas y los emires de Arabia Saudí. Corinna dice que está impotente pero a Juan Carlos todavía le gusta la carne cruda.