La vida de Juan Carlos I ha estado marcada por numerosos escándalos y controversias, especialmente en lo que respecta a sus relaciones extramatrimoniales. Una de las más trágicas y enigmáticas involucró a Sandra Mozarowsky, una joven actriz cuya muerte prematura dejó más preguntas que respuestas.

Sandra Mozarowsky, conocida por su belleza y talento en la pantalla, tuvo un breve pero intenso romance con Juan Carlos I. Nacida en Tánger de padre ruso y madre española, su ascenso en el mundo del cine fue prometedor hasta que un trágico accidente puso fin a su vida justo antes de cumplir 19 años en 1977. La versión oficial concluyó que se trató de un suicidio, pero las circunstancias que rodearon su caída desde el cuarto piso de su apartamento en Madrid han alimentado teorías conspirativas y dudas persistentes. La caída le causó un severo traumatismo craneal, y falleció después de pasar 22 días en la UCI.

Sandra Mozarowsky

La extraña muerte de Sandra Mozarowsky despertó numerosas especulaciones

Según los informes, Sandra estaba embarazada de cinco meses al momento de su muerte. Se especula que ella le había confesado a Juan Carlos que esperaba un hijo suyo, una revelación que habría complicado aún más una relación clandestina ya de por sí problemática. Algunos relatos sostienen que el rey, lejos de ofrecer apoyo, habría enviado a un confidente para manejar la situación, después de lo cual Sandra cayó misteriosamente desde su balcón.

La familia de Sandra nunca aceptó la versión del suicidio. Aunque reconocieron que atravesaba un período difícil personal y profesionalmente, insistieron en que ella nunca se habría quitado la vida. Su trágico final ocurrió en un momento de turbulencia emocional, marcado por el fin de una relación amorosa y la frustración por su carrera cinematográfica, que se centraba en roles que explotaban su apariencia física más que sus talentos.

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Sugieren que su relación con Juan Carlos I podría haber tenido que ver con la muerte de Sandra Mozarowsky

Lucía Etxebarria, autora que ha investigado sobre la vida de Juan Carlos I, ha sugerido que el romance entre el rey y Sandra fue real y que su muerte pudo haber sido más que un trágico accidente. La falta de una autopsia y detalles adicionales sobre las circunstancias de su caída han avivado las especulaciones sobre una posible intervención externa.

Este episodio arroja luz sobre los aspectos más oscuros de la vida privada de Juan Carlos I y plantea interrogantes sobre su comportamiento personal y las decisiones que tomó durante su reinado. La historia de Sandra Mozarowsky, trágicamente truncada en la flor de la juventud y el talento, sigue siendo un misterio sin resolver, una sombra que persigue el legado del monarca español.