Juan Carlos I tiene claro que no tiene intenciones de permanecer en Abu Dabi de por vida. Fue exiliado por los reyes en agosto de 2020 debido a sus últimas polémicas, una medida para distanciarse completamente del apellido Borbón y preservar la imagen de la corona. Aunque el emérito aceptó la humillación, una vez concluido su juicio con Corinna Larsen, dejó de solicitar permisos a Felipe VI. Sus recientes movimientos no han sido consultados con la Casa Real, y ahora se desplaza por el mundo con total libertad, creyendo que no tiene que rendir cuentas a nadie, al ser una persona libre y no haber sido juzgado.
Letizia no desea tener a Juan Carlos en Zarzuela, considerándolo un desafío importante para desvincularse de su imagen. El emérito atribuye a ella la responsabilidad de todos sus problemas. En la noche del 31 de octubre, no le permitieron pernoctar en el palacio, obligándolo a marcharse con su avión privado a Londres, donde ha residido en las últimas tres semanas antes de llegar a Sanxenxo esta semana para participar en las regatas. Su amigo Pedro Campos le ha prestado su casa, proporcionándole intimidad y privacidad.
Juan Carlos desatiende las órdenes de Felipe y Letizia
Esta es la quinta vez que Juan Carlos visita España sin el consentimiento de Felipe y Letizia. Aunque el rey busca aparentar normalidad y que las acciones de su padre no sean el foco mediático, se espera un sexto movimiento antes de finalizar el año. Juan Carlos nuevamente solicita a su familia regresar a España para pasar las Navidades y no estar solo a miles de kilómetros. Letizia ha rechazado la idea, advirtiendo que se divorciará si lo hace.
Sería la primera vez que Juan Carlos pise Madrid sin un motivo familiar. Ha sido invitado por el presidente del Real Madrid a la inauguración del nuevo Santiago Bernabéu, un evento de alto perfil que contará con la presencia del exmonarca en el palco. Aunque aún no hay una fecha determinada, podría coincidir curiosamente con los días previos a Navidad. Si el evento se celebra el 24 de diciembre, Juan Carlos podría quedarse a cenar con la infanta Elena, Froilán y Victoria Federica en su renovado piso adaptado para personas con movilidad reducida.
Esta situación ha provocado una nueva discusión entre Felipe y Letizia. Mientras que a su hijo no le importa que su padre regrese a Zarzuela, la reina no desea su presencia en los alrededores. A lo largo de muchos años, ha intentado desvincular la imagen de la corona de los Borbón. En esta ocasión, ya no pesa ningún cargo judicial sobre Juan Carlos, y tiene total libertad de movimiento, sin que nadie lo frene. En caso de no ser permitido en el palacio, se quedaría en Madrid, respaldado nuevamente por sus allegados.