Según las revelaciones de Jaime del Burgo, la reina Letizia engañó a Felipe VI antes de comprometerse con él, y continuó con estas escapadas incluso después del nacimiento de la princesa Leonor y la infanta Sofía. La relación de amantes culminó en un matrimonio entre Del Burgo y la hermana de Letizia, Telma Ortiz. Sin embargo, las circunstancias de este matrimonio han permanecido en la sombra hasta ahora.
La periodista Pilar Eyre ha arrojado luz sobre la situación, sugiriendo que el matrimonio entre Telma y Del Burgo fue una tapadera cuidadosamente orquestada. Este arreglo permitiría a Letizia y Jaime seguir viéndose a escondidas de Felipe, manteniendo sus asuntos fuera del conocimiento público.
Letizia tenía varios aliados en sus infidelidades a Felipe VI
Eyre destaca que Del Burgo, viviendo entre Suiza y Estados Unidos, visitaba a Telma en Barcelona, pero en lugar de compartir el piso de Sarriá con su esposa, se alojaba en el Hotel Arts. Esta elección de alojamiento alimenta las sospechas de que Telma estaba al tanto de la situación y que, de alguna manera, estaba involucrada en la tapadera.
Pero la red de implicados se extendería más allá de la pareja principal, ya que Paloma Rocasolano, madre de Letizia, también se encuentra en el centro de la controversia. Rocasolano, que siempre mantuvo una excelente relación con Felipe, parece haber estado al corriente de las escapadas de su hija. Este conocimiento contribuyó a una relación tensa entre Felipe y su suegra cuando se descubrió la verdad.
En 2013, Felipe y Letizia atravesaron una crisis que estuvo a punto de desencadenar el divorcio. Esta crisis fue ampliamente cubierta por los medios, pero las razones detrás de la misma no se revelaron completamente en ese momento. Se pensaba que los problemas en la corona, como el caso Nóos o las acciones de Juan Carlos I, eran la causa, pero las revelaciones de Del Burgo han cambiado esta narrativa.
Paloma Rocasolano estaba al tanto de todo
Jaime del Burgo ha roto su silencio para revelar que la verdadera razón detrás de la crisis matrimonial fue la infidelidad de Letizia. Felipe no solo se enfadó con su esposa, sino que también se distanció de su suegra, sabiendo que estaba al tanto de la situación. Letizia había confiado a Paloma Rocasolano su deseo de abandonar la corona debido a su enamoramiento por otra persona. En lugar de aconsejarla en la honestidad, Rocasolano facilitó encuentros secretos al ceder su piso en la calle Miguel Ángel de Madrid para que Letizia se encontrara con Del Burgo a escondidas.
Juan Carlos I, que solía mandar investigar a Letizia, fue quien lo descubrió estos encuentros sospechosos y puso sobre aviso a su hijo sobre unas informaciones de las que Jaime del Burgo afirma tener pruebas en una caja fuerte, que incluyen fotografías, vídeos y mensajes, y que se espera salgan a la luz en su próximo libro.