Letizia está siendo objeto de centenares de artículos, columnas, documentales, y portadas gracias a su papel durante la cumbre de la OTAN en Madrid. Ahora todo el mundo cree que es la gran Relaciones Públicas que necesitaba España. La prensa española le hace la pelota, con honrosas excepciones como Jaime Peñafiel o Pilar Eyre, y ahora es el turno de la prensa internacional. Una revista belga. Soir Magazine, la saca en portada con un titular grandilocuente: Letizia de España, la venganza diabólica. En realidad habla de dos venganzas, la de Juan Carlos contra Letizia, extendiendo rumores malintencionados sobre la salud de la reina, y la venganza posterior de Letizia, echando a su suegro de España.
El artículo empieza así: "Una ligera sonrisa tímida, una discreción que no encaja con su título. Letizia, la esposa de Felipe, de 49 años, es reina desde el 2014, pero siempre ha adoptado la misma línea de actuación: cumplir estoicamente sus obligaciones oficiales manteniendo un perfil bajo, detrás de un aire enigmático. Considerada fría y altiva por una parte de la población española en sus inicios, Letizia Ortiz se benefició de un curioso efecto péndulo cuando los escándalos salpicaban la realeza, hasta el punto de ganarse el amor y el respeto del pueblo a lo largo de los años. Austera y tranquilizadora, es una isla de tranquilidad al escándalo desencadenado por Juan Carlos, que ha pasado de salvador de la nación a paria". Lo peor que explica la revista es el rumor que esparció Juan Carlos: Letizia sufre una enfermedad mental: anorexia.
Que a Juan Carlos no le gustaba Letizia como futura reina lo sabe toda España. Ahora la revista belga va un paso más allá y explica los rumores que hizo correr el entonces jefe del Estado contra la mujer de su hijo: "Juan Carlos I pidió a los servicios secretos que construyeran un caso contra ella. El rey incluso llegó a lanzar rumores de anorexia". Muy bestias las dos afirmaciones: que el CNI, que el rey controla como jefe del Ejército, construyera un dosier contra Letizia (como contra Podemos o como contra los independentistas, todos los enemigos de la monarquía) y que se hiciera saber que Letizia sufría una enfermedad mental. Muy duro. Los amigos fachas del monarca se dedicaron a hacerlo correr.
El semanario belga, un país con una monarquía menos tempestuosa que la española, define a Letizia "Periodista, divorciada, plebeya, lejos de tener el perfil soñado por el rey Juan Carlos y su mujer Sofía. La acogida familiar fue gélida el año 2002. No le facilitaron las cosas, sino que el contrario". Ante esta hostilidad nada disimulada Letizia optó por un perfil discreto, centrado en el marido y las hijas y sin causar ningún escándalo". Y es cierto que todos los trapos sucios de la reina son previos a su boda con Felipe: divorcio, aborto, suicidio de su hermana... Juan Carlos pone en marcha una campaña contra su nuera porque lo odiaba ya que "Todos los titulares de la monarquía son sobre la elegancia de la princesa". Finalmente sale a la luz por qué Juan Carlos detesta Letizia: no porque se cargaría la monarquía, no por plebeya, no por su mal carácter. Es porque lo eclipsaba a él, porque Juan Carlos le tenía celos.
Por eso el emérito movió todas las teclas, CNI y periodistas afines, diciendo que Letizia sufría anorexia. En realidad es un poco de vigorexia, querer sentirse en forma con dieta y ejercicio. No era un problema de salud sino de querer tener mucha salud. Juan Carlos, maléfico.