Juan Carlos I se encuentra cómodo en los Emiratos Árabes, pero sabe que no será su casa para siempre. Se exilió en 2020 por obligación de Felipe VI. El emérito regresó a España a cuentagotas, siempre con el permiso de su hijo, pero en el último año, sin ningún juicio en marcha, totalmente libre, el marido de la reina Sofía ha reaparecido en España hasta en cuatro ocasiones, la última por el cumpleaños de Leonor, y aún le quedarían dos visitas más antes de terminar el año. Este miércoles aterrizaría en Sanxenxo desde Londres para participar en las regatas. Y querría visitar Madrid en Navidad, pero de esto último necesitaría una autorización de los reyes.
Sanxenxo ya es una segunda casa para el emérito. Siempre que acude a Galicia se instala en la casa de su íntimo amigo Pedro Campos. Éste ha sido su hombre de confianza en todo este tiempo. También ha acogido en alguna ocasión a la infanta Elena, quien ha acompañado a su padre en estos actos. El hogar de Pedro Campos goza de una importante discreción e intimidad, así el emérito puede vivir tranquilo alejado del foco mediático.
Precisamente, en caso de volver a España, Juan Carlos elegiría Sanxenxo para vivir, ya que en Madrid lo tiene terminantemente prohibido, y menos en Zarzuela. La infanta Elena también le ofreció su casa para vivir, pero éste ha renunciado. De hecho, llevo a cabo unas obras de ocho meses para adaptar su lujoso piso a una vivienda apta para personas con movilidad reducida.
Juan Carlos ha mirado casas en Sanxenxo en varios ocasiones. No puede quedarse a vivir en la casa de Pedro Campos de forma indefinida, aunque allí no está nada mal. El emérito dispone de un apartamento exclusivo para él, con varias estancias. Es un espacio que se ha adaptado a sus gustos y comodidades.
Pedro Campos encargó una serie de reformas para que Juan Carlos se sienta como en casa
En los últimos meses Pedro Campos ha encargado una serie de reformas para que Juan Carlos se siente todavía más como en casa. Han durado un total de cuatro meses y habrían sido necesarias para que el emérito esté más cómodo.
Esta semana Juan Carlos verá la vivienda totalmente reformada y disfrutará de nuevos estancias solo para él. La hija de Pedro Campos, que vive con él, se marcha para dejar sitio al emérito.
Juan Carlos no quiere ser ninguna molestia, por este motivo estaría buscando casas por la zona que le ofrezcan esa privacidad e intimidad totalmente necesarias. Debería ser una vivienda con vistas al mar, sin acceso para personas anónimas o prensa y con un gran terreno delimitado.