Juan Carlos se ha encontrado un regalo envenenado a su llegada, la sexta del 2024, a Sanxenxo. Un obsequio de parte de su favoritísima, la nieta Victoria Federica, a la que paga todos los caprichos y raramente regaña por su comportamiento inadecuado y vergonzoso. La niña quiere ser una estrella y, tras comenzar una carrera como influencer que se ha estancado, ha ido probando diferentes palos, la mayoría de ellos de manera desastrosa. No sirve para ofrecer un discurso en un acto benéfico, como ya le dijo Ana Rosa Quintana; tampoco soporta una entrevista, ni vale como chica anuncio ni embajadora de marca; de relaciones públicas es nefasta, de celebrity profesional ni hablamos y ahora tenemos sobre la mesa incursiones diversas en el mundo audiovisual. Pablo Motos la fichó para 'El Desafío', y por lo que dicen ha costado sangre, sudor y lágrimas sacarle algo potable. No pinta bien. Y a las pruebas me remito.
Pruebas como el inclasificable estreno en el mundo de la interpretación que acaba de firmar con una conocida plataforma audiovisual, en el spot de promoción de una serie de éxito. Es, probablemente, la persona menos preparada para hablar en público, pero si además le pides que actúe, automáticamente mueren millones de gatitos en todo el planeta. Dantesco, sí, pero lo más grave no es eso. Cuando menos para Zarzuela y satélites: Vic es tan inconsciente que osa enviar un mensaje incendiario sobre los asuntos internos de la familia. Ella es la legítima heredera del trono, y no Leonor. A su madre Elena le birlaron la corona. Alguien no la consideraba capacitada intelectualmente, ya saben. Sí, su padre Juan Carlos. Aquel al que tanto adoran. Quizás por eso se lo están cobrando de manera tan generosa.
Premio a peor anuncio de la década. Creo que ni intentándolo se puede tener tan poco carisma pic.twitter.com/Mucfo9RkAL
— Alba Medina (@Srtacotilleo) July 9, 2024
La versión oficial del emérito, según las fuentes consultadas por 'Monarquía Confidencial', es la siguiente: "Don Juan Carlos es muy precavido y discreto para estas cuestiones. Respeta las decisiones de su nieta, pero sin sobrepasar límites". Importante término, el de límites. Si lo utilizan es porque, sin ningún tipo de duda, se han sobrepasado. Una cosa es que la joven se preste a hacer el indio a cada paso; otra diferente que juegue con los elementos más frágiles y valiosos de su conflictiva familia. Que sea un bufón, perfecto, pero hacer chistes sobre la sucesión y el trono, ni hablar. Hay vergüenza, hay enfado, y habrá represalias. No se salva de una bronca, seguro. Este será el punto a tratar este fin de semana en una cumbre urgente en tierras gallegas entre el abuelo y la madre de la criatura.
Juan Carlos, que hace semanas que suplica gestos de aproximación a su hijo Felipe VI, tiembla por el recibimiento de este bodrio en Zarzuela. "Está retomando la buena relación con su hijo, algo muy importante para él, y cuestiones como estas, sin quererlo, le ponen en el foco contra él". Llamaradas (de dragón) en Casa Real, alguien saldrá chamuscado.