Juan Carlos I se desvinculó totalmente de la corona cuando abdicó. Felipe y Letizia no querían que el emérito formase parte de la institución después de todo el daño que le ha provocado. En 2020 le exiliaron a los Emiratos Árabes, y aunque ahora ya se desplaza sin tener que pedir permiso, no se espera que el marido de la reina Sofía vuelva a vivir en Zarzuela nunca más, ni tampoco en Madrid. Los reyes no quieren que su hija Leonor se vincule con su abuelo. No se ha producido ningún encuentro público. Desde 2019 no hay ni una sola fotografía de ambos juntos.
No obstante, Juan Carlos I está muy pendiente de los movimientos en la familia. La infanta Elena, la más Borbón de todos, es quién le visita habitualmente. También le acompaña en sus viajes a Sanxenxo para que no esté solo, ya que todos saben que la salud del emérito es delicada, debido a su avanzada edad y a sus problemas de movilidad. Siempre cuenta con la inestimable ayuda de su hombre de confianza y sus escoltas. Además, también tiene un médico las 24 horas a su servicio.
No es el único de la familia Borbón que está en horas bajas. Juan Carlos I está al corriente de la salud de Irene de Grecia o de la reina Sofía. Aunque el emérito cesó hace años la convivencia con la madre de sus hijos, le tiene un gran cariño y siempre se ha preocupado por ella. De hecho, no quedará desheredada en su herencia.
Juan Carlos está muy preocupado por la reina Sofía
Juan Carlos tiene una gran relación con la familia De Grecia. Acudió al funeral de Constantino de Grecia y al homenaje que se le hizo un año más tarde en Londres. El emérito está muy preocupado por la salud de Irene de Grecia y pregunta mucho por ella. La enfermedad ha avanzado mucho en los últimos meses. De hecho, el pasado domingo reapareció ante las cámaras, acompañó a la familia a la cena típica de todos los años en el restaurante ‘Mia’, en Palma de Mallorca. Se la pudo ver en silla de ruedas por primera vez, con el rostro demacrado y la mirada totalmente perdida. No parecía ni ella. En Casa Real están muy apenados y preocupados.
La más afectada de esta situación ha sido la reina Sofía. Su hermana ha sido su gran apoyo en los momentos más duros de su vida y en la ruptura con Juan Carlos, o cuando tenía que soportar las miles de infidelidades. Irene se quedó a vivir en Zarzuela prácticamente toda su vida. Lleva 50 años con ellos, es una más. Toda la familia le tiene mucho cariño. Juan Carlos también.
El emérito sabe que la reina Sofía está muy triste y que todo lo que le ha pasado en los últimos años ha hecho que empeore en su salud. Se la ve mucho más triste, algunos hablan de depresión. Está cada vez más sola. Y ya se habla de darle alguna sorpresa familiar para alegrarla. Ella siempre ha tenido la ilusión de ver a toda la familia al completo.