En los últimos años, se ha discutido extensamente la posibilidad de que Juan Carlos I regrese a España tras su autoexilio en los Emiratos Árabes Unidos. Su estancia en Abu Dabi ha favorecido considerablemente su patrimonio, que se estima en casi dos mil millones de euros, ya que el régimen fiscal del país ofrece beneficios a las grandes fortunas y le permite evitar el control de la Hacienda Pública española. Durante este tiempo, Felipe VI ha comprobado que, incluso sin pretenderlo, su padre sigue generando controversia y protagonizando titulares debido a cuestiones pendientes de su pasado. Por esta razón, el actual monarca sigue sin permitirle un regreso definitivo a España, manteniéndolo apartado de la vida pública. Ante esta realidad, el rey emérito ha asumido que probablemente pasará sus últimos días fuera de su país y en gran medida en la soledad.
Durante su primer año en Abu Dabi, Juan Carlos I vivió en la isla de Nurai, sin posibilidad de viajar a España, pues su hijo le prohibió cualquier visita, especialmente a Zarzuela. Sin embargo, a partir del segundo año, logró organizar desplazamientos puntuales con el consentimiento de Felipe VI, en un intento por normalizar sus visitas. Con el paso del tiempo, estas se volvieron más frecuentes y menos supervisadas, permitiéndole viajar a lugares como Sanxenxo, Vitoria y Madrid con mayor discreción y sin previo aviso.
No obstante, la publicación de unas fotografías del rey emérito junto a Bárbara Rey provocó un nuevo distanciamiento con su hijo, quien volvió a imponerle restricciones para viajar a España. A pesar de ello, recientemente, con motivo del fallecimiento de Aga Khan, amigo cercano de su infancia, Juan Carlos I solicitó conmovido a Felipe VI la posibilidad de asistir al funeral, celebrado el pasado 6 de febrero en Lisboa. En esta ocasión, el rey emérito acudió solo, sin la compañía de sus hijas. La infanta Cristina se encontraba en Grecia junto a la reina Sofía, asistiendo a la boda del príncipe Nicolás, mientras que la infanta Elena permanecía ausente del foco público.
Aunque se esperaba que, tras la ceremonia en Lisboa, Juan Carlos I regresara directamente a Abu Dabi, la realidad fue diferente. Se quedó varios días en Madrid con total discreción, aprovechando la oportunidad para reunirse con Felipe VI y con la infanta Elena. Según información adelantada por Elcierredigital, el exmonarca no habría vuelto aún a los Emiratos Árabes y podría permanecer en España por un período prolongado, alojándose en uno de los palacios de El Pardo o, más concretamente, en una lujosa mansión ubicada en la urbanización de La Florida, a solo cuatro kilómetros del Palacio de Zarzuela. Este lugar le permite mantenerse controlado y alejado de los medios de comunicación.
Fuentes cercanas a la Casa Real han indicado que Juan Carlos I tiene previsto viajar próximamente a Sanxenxo (Pontevedra) con el objetivo de participar en las regatas, una de sus grandes pasiones.
