Juan Carlos I y Felipe VI mostraron un distanciamiento público cuando el exmonarca se exilió en los Emiratos Árabes, pero realmente no existe ninguna mala relación entre ellos. El marido de Letizia ha mantenido el contacto con su padre todos los días para estar al corriente sobre su estado de salud. En más de una ocasión ha valorado la posibilidad de traerle de nuevo a España, pero de momento solo le deja viajar sin restricciones y de forma discreta, alejado del foco mediático, aunque ya le ponen otros.
El emérito ha demostrado amor por su familia, y más por su hijo, de quien siente especial admiración y al que nunca podría hacer daño. No es capaz de entorpecer su reinado, por ello obedece a todas las normas. Juan Carlos I también se preocupa mucho por Felipe VI y siempre habla con él sobre la corona y los problemas de España. En alguna ocasión, el monarca ha pedido consejo a su padre para algunas situaciones graves, como la que se ha vivido este último fin de semana.
Juan Carlos I se preocupa por Felipe y Letizia tras ver las imágenes
A principios de la semana pasada, una DANA se colocó en España dejando a su paso fuertes lluvias, pero donde cayó más de lo esperado fue en Valencia. La ciudad se llevó la peor parte de este fenómeno convirtiéndose en la catástrofe natural más grave del último siglo. Algunas poblaciones valencianas han quedado atrapadas en el barro, casas totalmente inundadas y destrozadas, familias sin luz ni agua, y más de 200 personas han perdido la vida en esta tragedia.
Los reyes no podían quedarse impasibles ante esta situación. Por este motivo, después de varias valoraciones y reuniones, el pasado domingo por la mañana aparecieron en comitiva junto a Pedro Sánchez y Carlos Mazón en Paiporta, zona cero de esta tragedia. Como era normal, sintieron la indignación de esas personas. Algunos llegaron a tirarles barro, les abuchearon e insultaron. El presidente del gobierno se marchó corriendo recibiendo un palo en la espalda y con el coche totalmente destrozado.
Felipe y Letizia aguantaron la primera visita aunque cancelaron la segunda. Juan Carlos I llamó por la noche al monarca y estuvo con él al teléfono más de cuarenta minutos. Hablaron de la situación actual y de lo sucedido durante esa mañana. El emérito siguió todo por televisión y se preocupó por si podrían haber surgido otros problemas de gravedad. Los reyes podrían haber recibido fuertes golpes.