Felipe y Letizia se casaron muy enamorados en mayo de 2004, pero aunque intenten vender ser un matrimonio perfecto, realmente no es así. La pareja tiene sus crisis como cualquier otra. Pilar Eyre desveló hace unos meses que los reyes discutían a menudo en el pabellón del príncipe. Los empleados escuchaban gritos y portazos. Sus últimas discusiones han sido por el futuro de Leonor. La reina quería que su hija fuese directamente a la universidad, mientras que el rey veía obligatorio que realizase la formación militar.
En una ocasión los reyes estuvieron a punto de divorciarse, la gran crisis del matrimonio apareció cuando la corona estaba a punto de desaparecer por culpa del caso Nóos que perjudicó a Iñaki Urdangarin, y por consecuencia a todos los miembros de la familia. Aunque el exduque de Palma les concedió su casa de Barcelona para sus encuentros íntimos y privados cuando eran novios y nadie lo sabía, Letizia vio algo extraño en él, no se fiaba. Descubrió que el marido de la infanta Cristina era quién pasaba información a los medios de comunicación. Desde ese momento, Letizia ya no quiso ir al cumpleaños del exduque ni tampoco que su familia se instalase en Zarzuela por el bautizo de Irene.
El matrimonio de Felipe y Letizia no ha sido un camino de rosas, y menos siendo reyes. No es una labor sencilla. Han tenido discusiones tan fuertes que han estado varios días sin hablarse, ni tan siquiera cruzarse por casa.
“Se casaron hace 19 años, en 2004, y desde el principio hubo rumores de crisis. Yo recuerdo los primeros meses que ya decían ‘van a hacer un comunicado, van a anular el matrimonio…’ había siempre rumores de que el matrimonio iba mal, que había peleas, que además solían ser por los familiares de Felipe” señala Pilar Eyre.
La gran crisis se vivió en 2013, aunque ya habían pasado por otras. “Ese año fue la crisis más fuerte. Quizá hubo otras más fuertes pero las llevaron en la intimidad, pero de esta nos enteramos todos. En esa época, Letizia estaba muy delgada, tensa y con muy mala cara. Venía mucho a Barcelona, un poco huyendo de Madrid. Tenía un grupo de amigas con las que se sentía muy a gusto y protegida” asegura Pilar Eyre.
Letizia pide la abdicación de Juan Carlos para continuar con Felipe
Juan Carlos fue indirectamente el culpable de esta crisis. Se hablaba mucho de él, su reinado estaba a punto de caer. Había cometido muchos errores. Para desviar la atención ordenó a los medios de comunicación que sacasen trapos sucios de Letizia. La presión pudo con la entonces princesa.
Fue una época en la que la reina Letizia no tenía posibilidad de defenderse de todo cuanto se decía de ella, “se sentía muy mal y hubo fuertes rumores de que se quería separar de Felipe”. Letizia empezó a separarse de la familia. Ese verano no viajó con ellos a Marivent. Se hablaba de un inminente divorcio.
Sin embargo, Letizia no quiso divorciarse porque perdería a sus dos hijas. Según figura en las capitulaciones matrimoniales, en caso de divorcio, Leonor y Sofía se quedarían en en Zarzuela con Felipe VI.
Felipe VI intentó que Letizia cambiase de opinión y no se divorciase. La ahora reina pidió la cabeza de Juan Carlos.