Juan Carlos I es el rey derrotado. Después de un reinado de casi cinco décadas, el emérito tuvo que marcharse por la puerta de atrás por todas sus polémicas. Su punto de inflexión fue cuando sufrió una caída mientras cazaba elefantes en Botswana con su amante, con tan mala suerte que se la rompió. Justo después de aquella operación de urgencia empezó su declive. Dos años más tarde, Felipe VI obligó a su padre a abdicar. El actual rey quería darle un giro a la corona y alejarla del apellido Borbón. Era la única forma de salvarla, y la estrategia ha funcionado. Pero el marido de la reina Sofía continuaba metiéndose en líos y no le quedó más remedio que tomar una solución más drástica, el exilio. Esa fue la gran humillación de su historia. Desde agosto de 2020, Juan Carlos reside en Abu Dabi, un país que beneficia a las grandes fortunas, de esta forma sus dos mil millones de euros están fuera de la Hacienda Pública.

Juan Carlos I

El emérito se ha visto solo, aunque en los Emiratos Árabes cuenta con todas las comodidades del mundo. Vive en una mansión con bodega, gimnasio, sala de cine y muchas más prestaciones. Cuenta con servicio las 24 horas, mayordomo, cocineros, incluso enfermeros que le asisten. Su médico de confianza le visita de forma regular, igual que sus amigos y algunos familiares, no está solo. No obstante, él se siente muy solo.

Juan Carlos I sufre una depresión al conocer los resultados de su último chequeo médico 

Juan Carlos I ha recibido en su último chequeo una de las peores noticias. El tratamiento al que se sometió de medicina regenerativa ya no hace más efecto. Se inyectaba células madre y plaquetas para mejorar sus problemas de movilidad. Su médico de confianza le ha confesado que acabará postrado de por vida en una silla de ruedas, algo que a él le genera una fuerte depresión. No quiere que nadie le vea como un rey derrotado.

A sus 87 años, con sus problemas de salud y la tristeza que le acompaña, no ayuda en absoluto a su estado. Juan Carlos I ya ha comunicado a sus amigos más cercanos que no se encuentra bien y que no cree que dure muchos años más, piensa que el final está más cerca. Sus hijos están muy preocupados y ya han hablado de la forma de tenerle más cerca de España.

Desde que Juan Carlos I no vive en España, su salud se ha visto mermada considerablemente. La depresión que padece en silencio le está haciendo efecto. Ya no hace nada por mejorar, se ha abandonado.

Felipe ayuda a Juan Carlos / EFE