Juan Carlos I pasa más tiempo en España que en Abu Dabi. El emérito tiene intenciones de regular sus visitas y demostrar a Felipe VI que no sucede nada porque él viva de nuevo en su país. A largo quiere quedarse de forma permanente, aunque sabe que no podrá volver a Zarzuela. Se quedaría en Sanxenxo, cerca de su íntimo amigo Pedro Campos. Este 2023, ya sin ningún juicio a la vista, el marido de la reina Sofía ha volado a España hasta en cinco ocasiones. También dos veces a Reino Unido y una de a París. Ha pasado un mes fuera de los Emiratos Árabes. El 31 de octubre llegó a Madrid para asistir al cumpleaños de Leonor y se marchó de madrugada a Londres, donde se quedó tres semanas. La semana pasada aterrizó en Vigo aunque antes hizo escala en Vitoria, públicamente para asistir al médico, aunque la realidad es que se vio las caras con Iñaki Urdangarin.

Juan Carlos con un anillo EP

Juan Carlos se reúne con Iñaki Urdangarin para terminar el divorcio

El exduque de Palma y la infanta Cristina no logran llegar a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes. Han pasado dos años desde que se anunció el cese de la convivencia tras destaparse la nueva relación de Iñaki con Ainhoa Armentia y aún no han cerrado la batalla legal. Las exigencias del padre de Juan, Miguel, Pablo e Irene son demasiado altas, y la hermana de Felipe no está dispuesta a cumplirlas. De hecho, quiere ponerle a prueba.

iñaki y Juan Carlos efe

La infanta Cristina cree que Iñaki Urdangarin realmente no está enamorado de Ainhoa Armentia. Sus intenciones son divorciarse para hacerse de oro. Y es que el exjugador de balonmano amenaza con contar todas las cosas que sabe sobre Casa Real, esto incluye al emérito, y a los actuales reyes. Por ello, en la cláusula de su mujer, Iñaki solo podría casarse con la abogada si renuncia a todos los beneficios.

Según Juan Luis Galiacho, y confirma Monarquía Confidencial, Juan Carlos pagó a Iñaki Urdangarin el primer millón de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció. El otro millón lo recibiría una vez se firmase el divorcio, en un único pago o fraccionado, algo que finalmente no se ha cumplido. Es uno de los requisitos fundamentales para frenar el escándalo. El emérito habría pedido a su yerno que rebaje las exigencias de sus peticiones, aunque el exduque no piensa perdonar a la corona. También vería aumentado su sueldo de los 6.000 a 25.000 euros, y mantendría su escolta.