No es ninguna coincidencia que ayer viéramos Juan Carlos I en un evento público en Abu Dhabi. Prepara el terreno para su retorno y quería ofrecer la imagen con que todos los medios españoles le hicieran la propaganda gratuita para su retorno. Pero el evento que escogió viene motivado, más allá del lugar donde decidió huir, por la persona que dirige el torneo. Hablamos de Khaldoon Al Mubarak, Managing Director and Group CEO at Mubadala Investment Company.

En el Mubarak es el director del torneo que enfrentó Rafa Nadal y Andy Murray pero también presidente del Manchester City de Pep Guardiola. Mubarak es un empresario y de los Emiratos Árabes Unidos, fue educado a los Estados Unidos, y es miembro del gobierno emiratí siendo el jefe del Departamento de Asuntos Ejecutivos. Así pues, es un hombre de negocios, multimillonario y con contactos tan diversos que van desde el emérito a Guardiola.

Más allá de la amistad que los une indirectamente, el borbón se ha declarado desde hace años un fan absoluto del City de Guardiola. Fuera de la normativa, guardar las formas o acercarse públicamente a equipos del país que teóricamente reinaba, ya el año 2014, viajaba hasta Manchester para seguir los partidos del club inglés. Primero, seguía con atención los partidos con el banquillo dirigido por Manuel Pellegrini y, posteriormente por Pep Guardiola. Al director ejecutivo del City, Ferran Soriano, lo tuvo que recibir acompañado de Txiki Begiristain. Las fotografías, confirman la información.

Fuente: GETTY IMAGES

Precisamente, en un momento que el deporte y la política se mezclan más que nunca, los Emiratos también han posicionado sobre la disputa entre los Estados Unidos y China. Los americanos se niegan a reconocer los Jocs Olímpics d'Hivern del gigante asiático y no ha enviado a ningún delegado a su capital, Beijing. En este sentido, los árabes juegan a las dos lados y el encargado de dar el posicionamiento público ha sido el jeque Al Mubarak.

Juan Carlos sabe con quién relacionarse para salir de los obstáculos que la justicia le ha puesto por sus corruptelas. Quién sabe si, precisamente este multimillonario es uno de los amigos del entorno del borbón que lo ayudó a pagar a Hacienda y actualizar sus deudas pendientes con el Estado español.