En teoría, el rey Juan Carlos es alguien que vive en Abu Dhabi y que en determinadas ocasiones, vuelve a España para pasar unos días. Pero últimamente lo que estamos viendo parece lo contrario: que el rey Juan Carlos viva en Madrid y de vez en cuando haga algún viaje a Abu Dhabi. El emérito, a quien hace cuatro años su hijo y su nuera le dieron una patada para que se largara y no molestara ni manchara la imagen de la monarquía española, le ha cogido el gusto a eso de volver de visita, espoleado por su convicción de que no ha hecho nada malo y que es injusto su exilio a kilómetros de Zarzuela. Sigue defendiendo que él es inocente y que su lugar está en Madrid, por eso vuelve cada vez más a menudo. Excusas hay para dar y tomar: que si una visita de rutina a su médico para ver que lo siga teniendo todo en su sitio, que si una regata con sus amiguitos de Sanxenxo, que si el cumpleaños de alguno de sus nietos (como el último lunes cuando fue a celebrar con la familia el cumpleaños de su nieta preferida, Victoria Federica, antes de que esta fuera a hacer el ridículo a El Hormiguero), que si los funerales de amigos y familiares...
Juan Carlos cada vez más está en España, a menudo en Madrid, y cada una de las veces que ha aterrizado ha hecho la misma petición a su hijo: que le deje volver a Zarzuela, instalarse allí, dormir en su cama, en su casa, y no a un hotel, como si fuera un comercial en viaje de trabajo, por mucho Four Seasons y lujoso que sea el hotel, como ha pasado en su última visita. Y cada vez que ha rogado que lo dejen estar en Zarzuela ha recibido la misma respuesta en forma de un 'No' como una catedral. Nanay. Niente. Ni hablar del peluquín... Y el emérito se ha hartado. Dice que ya es suficiente de este color, está harto de pedir limosna y recibir siempre la misma negativa. Se siente humillado y no está dispuesto a volver a tener la sensación que su propia familia tenga que pedir permiso continuamente.
Según Monarquía Confidencial, Juan Carlos "solicitó en varias ocasiones poder alojarse en ‘su casa’, el Palacio de La Zarzuela, con motivo de sus visitas a Madrid. Todas esas veces le ha sido también denegado por la Casa del Rey, que ha tenido en cuenta las circunstancias negativas en las que estaba envuelto, y de las que Felipe VI ha querido mantenerse a distancia para proteger la Corona". Y Juan Carlos ha dicho que está harto. Por eso ha tomado una decisión de cara a las próximas visitas a Madrid. Según el mencionado medio, "decide no solicitar más veces alojarse en Zarzuela. Tras los ‘no’ recibidos, solo retornará a su casa si es invitado por su hijo: prefiere no tensar la cuerda".
La excusa de Zarzuela para no dejar que el emérito esté en casita calentito es que “El emérito es miembro de la familia real pero no tiene actos institucionales”. Una excusa torpe y que el emérito no se traga. Según fuentes próximas, "a don Juan Carlos este argumento no le convenció, pero tuvo que conformarse". Pero ya está harto de hacer el papelote y pedir permiso. Ya no lo hará más, decisión drástica. ¿Y ahora qué? Ahora a esperar que sea Felipe quien de motu propio tenga la iniciativa de decirle a su padre que ya vuelve a ser bienvenido y que puede volver a dormir en palacio... "El emérito desea volver a España todo lo posible, y así lo ha hecho saber a su entorno. Pero no hay lugar para un plan de vuelta a corto plazo. Aunque el emérito tiene intenciones de hablar con su hijo para poder hacerlo un día”... que Juan Carlos espere sentado.