Desde este jueves por la noche, en Zarzuela van como locos con unos días que tienen marcados en rojo en el calendario desde hace mucho tiempo. Probablemente, los días donde más genuflexiones les hacen, donde más gritos favorables reciben y donde más idolatrados se sienten. Los premios Princesa de Asturias son esperados por sus vecinos asturianos como una de las grandes citas del año, todo el mundo pierde el norte por salir a las calles de Oviedo y recibirles con elogios y cánticos a las puertas del teatro Campoamor, donde este viernes se entregan los galardones y donde mañana sábado visitarán el 'Pueblo Ejemplar'. De momento, los reyes y sus hijas ya han ido de concierto. La protagonista, la princesa, con un vestido|'' de flores raruno, sobre todo, en comparación con el estilazo que demostró su hermana pequeña, la infanta Sofía, que ha vuelto del internado de Gales por unos días.
Termina el XXXI Concierto #PremiosPrincesadeAsturias 2023, este año bajo el título "Con cierto sabor a paz".
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) October 19, 2023
Los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía saludan a los asistentes a la salida del auditorio.
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Pues ni siquiera en una ocasión como esta, Juan Carlos ha perdido la oportunidad de contraprogramar los actos de su hijo, su nuera y sus nietas. Y eso que se encuentra a kilómetros y kilómetros de distancia, en Abu Dhabi. Y es que el emérito se ha dejado ver, al mismo tiempo que la familia real pisaba Asturias, con otro nieto suyo, Felipe Juan Froilán de Todos los Antros. Los dos han estado en un concierto celebrado en la capital de los Emiratos Árabes bajo el lema 'Cordoba Nights', donde los dos, eso sí, sin sombrero cordobés, disfrutaron de las melodías de 'Andalucía: History and Civilization'. Después del acontecimiento, el padre del rey estuvo charlando en los habituales corrillos con algunos de los invitados, tanto en inglés macarrónico como en castellano. Los que estuvieron aseguran que Juan Carlos, como siempre, se mostró protagonista, socarrón y hablador. En cambio, Froilán se mantenía en un discreto segundo plano, atento al yayo, pero sin hablar demasiado: "Estaba un poco tímido, prefirió ser la 'sombra de su abuelo'".
El portal Monarquía confidencial revela que "el nieto mayor no se encontraba muy a gusto, por lo que prefirió ser un espectador más. Aunque no le sirvió de mucho ya que algunos de los presentes quisieron hacerse fotografías con él, a lo que no se negó". El hijo de la infanta Elena, una sombra de su abuelo, o incluso, algunos dirían que un calco, ya que los dos son los Borbones tarambanas de sus respectivas generaciones. Y Juancar, orgulloso, inflado y lleno "de honda y profunda satisfacción" de ver a su lado a su nieto preferido. Y es que el emérito no se esconde. Fuentes próximas a Juan Carlos consultadas por el mencionado medio aseguran que el padre de Felipe aprovechó la ocasión para presentar a su nieto en sociedad, y de paso, para hablar de los nietos y nietas que tiene, destacando a unos por encima de los otros, "y dejar claro lo orgulloso que estaba de él confirmando que 'es uno de sus favoritos', comentó entre risas"... Feo. Mucha risa no le ha hecho en Felipe y Letizia oír estas palabras.
Ya se sabía que Juan Carlos tenía (tiene) debilidad por los hijos de su hija favorita, Elena (la que más le baila el agua y la que siempre le da la razón). Ya se sabe que Juan Carlos adora tanto a Froilán como a Victoria Federica, y que no tiene tanta adoración por los hijos de Cristina y ni mucho menos, por las hijas de Felipe y Letizia. Pero constatarlo de viva voz y sin esconderse las preferencias, ha sido demasiado para Zarzuela. Con Froilán comparte pasión por los toros, por la fiesta, por las mujeres, por disparar (al pie, a un elefante o a un hermano) y por pensarse que los dos han llegado a este mundo para que los otros les sirvan. Juan Carlos ya no se esconde, verbaliza que tiene favoritos entre los nietos y que entre estos, Froilán está en la pole position, frase que nunca le hemos oído de Sofía o Leonor. Ni la oiremos.