Juan Carlos I tiene dos perdiciones, las mujeres y el dinero. El emérito ha tenido mucho poder y lo ha utilizado para conseguir sus objetivos, aunque eso también le ha llevado a su perdición, y a día de hoy es uno de los monarcas menos queridos de la historia, se ha marchado por la puerta de atrás. El padre de Felipe VI tenía una mujer en cada ciudad, la mayoría de ellas prostitutas de lujo que pagaba con los presupuestos generales del Estado. Se habría ido a la cama con más de 5.000 mujeres.
El emérito quiere a todos sus nietos. Les paga una pensión de 10.000 euros, los estudios, coches y hasta la vivienda. A excepción de Leonor y Sofía, de la princesa y la infanta se encargan los reyes. Pero con quien más afinidad tiene Juan Carlos I es con Froilán, ya que se ve totalmente reflejado. Cuando él era joven era exactamente igual. Le gustaba la fiesta y las mujeres y pasaba olímpicamente de los estudios.
Juan Carlos I y Froilán son idénticos
Juan Carlos I siempre ha intentado reconducir a Froilán, aunque no lo ha conseguido. A día de hoy, viven en la misma ciudad, Abu Dabi. El hermano de Victoria Federica se ha convertido en la sombra del exmonarca. No trabaja, ni estudia. Se acabó su contrato en el petrolera en la que trabajaba y por ahora no va a volver a España, aunque cada vez que viaja su abuelo lo hace él en su avión privado.
Cada vez que Juan Carlos viaja con su nieto y su equipo de Abu Dabi a España cuesta unos 97.000 euros en un avión privado de esas características, sin contar las tasas e impuestos, según los datos de compañías aéreas recogidos por Europa Press que vuelan con el mismo aparato.
Pero no sería el único gasto del que también se beneficiaría Froilán. Juan Carlos I paga los trasladados del joven a Madrid, Marbella o Ibiza. Y también su alojamiento y gastos.
En una de sus últimas salidas, Froilán estuvo de fiesta en Ibiza en compañía de un grupo de amigos entre los que se encontraba Belén Perea, esa mujer de la que dice que no está enamorado y es solo una amiga. El hermano de Victoria Federica es muy conocido en todos los locales de Ibiza, como Amnesia.
Según cuenta 'El Español', el reservado que el joven ocupó en esta ocasión no es precisamente para todos los bolsillos y tiene un precio que ronda los 5.000 euros por noche. Froilán se lo pasó tan bien que, según señala el periódico, «vivió una noche épica» y, fiel a su tradición, no se marchó «hasta el cierre», cuando ya pasaban las 7:30 de la mañana. En un solo día Froilán se habría gastado más de 100.000 euros.