Juan Carlos I todavía no se ha marchado a Abu Dabi desde su visita a principios de septiembre, pero ya no genera ninguna expectación ni revuelo mediático. Los medios de comunicación ya no se interesan por sus visitas, y esa era la intención de Felipe VI, hacer tan normales los viajes del emérito a España que nadie se interese ni se pregunte absolutamente nada. Este mes de septiembre estuvo presente en el funeral de su sobrino Juan Gómez-Acebo, hijo de su hermana Pilar, pero no se marchó de Madrid la noche de después, se quedó instalado en el hotel Four Seasons de la capital. Y allí permaneció para poderse reunir con familiares y amigos hasta el cumpleaños de Victoria Federica. Esta semana ha puesto rumbo a Sanxenxo, a la casa de su íntimo amigo Pedro Campos.
El emérito está cada vez más cerca de España, pero parece que por ahora no se quedará a vivir de forma indefinida. Juan Carlos tiene us residencia fiscal en Abu Dabi, ya que beneficia a su gran fortuna, pero en cierto modo al marido de la reina Sofía no le gustaría morir fuera de su país y de su familia, como si estuviese desterrado, bastante ha tenido con soportar la humillación del exilio.
Juan Carlos quiere morir en España, petición a Felipe VI
El rey está considerando la posibilidad de que su padre regrese a España. Han pasado ya cuatro años desde que lo obligó a exiliarse para poner fin a cualquier especulación, y hasta ahora no ha vuelto de forma definitiva, ni lo hará de manera permanente. Felipe tiene claro que su padre no podrá regresar jamás a la Zarzuela ni siquiera pisar el palacio, ya que ese lugar está completamente prohibido para él. Tampoco podrá residir en Madrid, a pesar de que la infanta Elena ha ofrecido en varias ocasiones cuidarlo, incluso adaptando su casa para personas con movilidad reducida. La idea es que finalmente viva en Sanxenxo, cerca de su amigo Pedro Campos, o en un país cercano como Portugal, con el que mantienen buenas relaciones.
Juan Carlos desearía regresar a la Zarzuela, su hogar, pero ese deseo no se cumplirá, por más presiones que ejerza. Su comportamiento durante los últimos años de reinado fue inaceptable, y los españoles ni perdonan ni olvidan.
Por ahora, Felipe VI está siempre al corriente de su padre. Juan Carlos I y él hablan todos los días mediante videollamadas, y se han producido muchos viajes privados para reencontrarse. También está en contacto con sus escoltas y su equipo médico, que le informa en todo momento sobre su salud para tomar una decisión.