Juan Carlos I se comprometió a ayudar a Froilán, pero no prometió que no sería su niñera. El joven es el ojito derecho del emérito, su nieto favorito, también es cierto que es el primero de todos. Abuelo y nieto siempre han demostrado una gran complicidad, además tienen un carácter muy similar. Los dos han protagonizado numerosas polémicas y las mujeres y el dinero les pierden. Hace casi dos años que el hermano de Victoria Federica reside en Abu Dabi, en un piso de 500 metros cuadrados que le buscó su abuelo tras dar demasiados quebraderos de cabeza a la corona.
Froilán siempre ha sido un chico rebelde. No era un apasionado por los estudios. De hecho, ha empezado varias carreras, pero nunca las ha acabado. Y ha repetido curso en un par de ocasiones. La infanta Elena decidió internarle fuera de España para ver si le enderezaban. Pero no ha cambiado ni con la edad. A sus 25 años continúa metiéndose en algún que otro lío. La suerte de Zarzuela es que ahora lo hace alejado del foco mediático y no aparece en la prensa.
Juan Carlos I cubre todos los gastos y deudas de Froilán
Al hijo de la infanta Elena le encanta la fiesta, esa ha sido una de sus mayores perdiciones. Ha estado de fiesta hasta más de una semana sin dormir. En Abu Dabi no logra construir un grupo de amigos con el que pasárselo bien. No es lo mismo que en España. Echa de menos su vida aquí, pero por ahora no se espera que vuelva, por lo menos hasta que fallezca Juan Carlos I. Ahora mismo se sabe que no trabaja, su contrato en la petrolera en la que trabajaba finalizó y no le renovaron. El emérito le está buscando otro proyecto porque tiene demasiado tiempo libre y eso no es bueno para el joven.
Froilán es un aficionado al póker y ha encontrado en Abu Dabi lugares donde se dedican exclusivamente a este juego. Va todas las noches y apuesta gran parte de su dinero. Juan Carlos mantiene al hermano de Victoria Federica, y al resto de sus nietos, les pagaría unos 10.000 euros mensuales.
En una noche Froilán ha llegado a perder grandes cantidades de dinero. Por suerte, nunca ha tenido problemas de gravedad, ya que Juan Carlos I siempre corre con todas las pérdidas y las deudas que contrae el joven.