Tan sólo ha pasado un mes, pero parece una eternidad. El pasado 29 de abril los periodistas José María Olmo y David Fernández publicaban el libro 'Kings Corp.', un volumen dedicado a poner sobre la mesa los escándalos económicos del emérito y todas sus derivadas. Podría ser un libro más, pero osaba tocar el siempre goloso tema de las paternidades extraoficiales de Juan Carlos de Borbón. Pilar Eyre nos había puesto los dientes largos semanas atrás con la historia y otros periodistas de renombre como Ernesto Ekáizer habían intentado ir más allá, y precisamente la publicación del libro acababa de detonar la bomba. Alejandra, una mujer de unos 45 años, hija de aristócratas y fruto de una de las muchas aventuras de Borbón, era el personaje más buscado. Ekáizer dio el paso y le ponía el apellido: De Rojas. Y empezaba el show.
Un enorme pollo, con Juan Carlos rompiendo las normas de la casa de Borbón de no involucrarse en estos lodazales públicos con una llamada al diario 'El Mundo' y un comunicado vía EFE. Las hermanas Elena y Cristina, señaladas con un Felipe mudo como conocedores de su existencia e historia compartida, llamaron de urgencia a Abu Dabi y después acabaron desapareciendo del mapa. Por su parte, Alejandra también lo desmentía y anunciaba medidas legales. Parecía que el fuego se apagaba, a pesar de discursos como el de la hermana de De Rojas, que confesaba que toda la vida habían sospechado que no era hija de su padre. Pues bien, aquí se ha acabado la historia. Ni denuncias, ni demandas, ni censura. Nada. Es más, se está vendiendo como churros y va por la tercera edición. Será uno de los hits de la Semana del Libro de Madrid.
Los autores de 'King's Corp', sin miedo de Juan Carlos ni de Alejandra de Rojas
El digital Monarquía Confidencial ha hablado con los autores, que después del primer embate ahora respiran tranquilos. Tranquilísimos. Tanto que aseguran que "no tenemos miedo a nadie". Ni a Juan Carlos, ni a Zarzuela, ni tampoco a De Rojas, de la que dicen "tiene todo el derecho en darse por aludida, respetamos ese derecho, pero mantenemos pruebas que atestiguan lo que contamos". Y van más allá, la Casa Real y los implicados "lo sabían y no se atrevían a contarlo". Una afirmación que fundamentan en "uno dato muy relevante que María Zurita haya dicho que Alejandra era como una hermana y confesó que jugaban juntas en Zarzuela". Si eso no es un desafío, que nos lo expliquen poco a poco.
El libro se vende como churros mientras los implicados amenazan pero no ejecutan
Ninguno de los implicados ha acabado de salir a defenderse legalmente, cosa curiosa cuando dedicas tantos esfuerzos y tiempo a rebatir una afirmación. Ahora bien, eso no quiere decir que los autores no sientan el aliento amenazador de la maquinaria cortesana: "Hemos sufrido muchas presiones para que este libro no saliera adelante y agresividad desde sectores muy cercanos al emérito". Pero ninguna llamada directa, otros hacían el trabajo sucio. Olmo y Fernández se acoquinaron en la defensa de su trabajo: "No fuimos lo suficientemente contundentes". Ahora todo ha cambiado, se sienten fuertes aunque "la editorial es pequeña y no tiene capacidad de meterse en cuestiones legales, pero creyeron en él. Mantenemos que la información es muy meticulosa". Vaya, lo que es uno a por ellos, oé.
Vuelve la tormenta Alejandra. Veremos si es destructora o un chubasco con más ruido que otra cosa.