La imagen pública de Juan Carlos I está muy estropeada. Los escándalos que le han rodeado en los últimos años han disminuido su popularidad, y cada vez cuenta con más detractores. El emérito ha protagonizado episodios de todo tipo, pero hace un tiempo que poca gente le aplaude. Con su abdicación se esperaba que fuera desapareciendo de la vida pública, pero sigue dando que hablar.

El matrimonio con la reina Sofía parece más roto que nunca, siendo evidente que hace aguas. Las infidelidades de Juan Carlos no cesan, y ellos dos aparecen cada vez en menos actos juntos. Cuanto más lejos, mejor.

Ahora bien, ha llegado el 80º aniversario del monarca y todo ha cambiado. La Casa Real se ha volcado en él, queriendo homenajearlo y agradecerle todo lo que ha hecho por el país durante los años de reinado. Eso sí, han llegado a esta situación después de un enfrentamiento entre Felipe VI y su padre, ya que el emérito querría haber hecho de su cumpleaños todo un acontecimiento nacional.

En vez de eso, Felipe optó por citarlo en su discurso en la Pascua Militar. Juan Carlos, al lado de Sofía y apoyado en un bastón, sonreía ante las palabras del hijo: "Felicidades Majestad, nuestro antiguo capitán general". Se veía bastante emocionado, a pesar de la frialdad que parecía reinar en el ambiente.

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Muchos se preguntan cómo debió ser el desayuno que le organizaron, reuniendo a la familia para celebrar el cambio de década. Juan Carlos ha vuelto a los actos públicos por la puerta grande, todo bajo la clara intención de la Zarzuela de rehabilitar su imagen.

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Desde Casa Real han afirmado que el emérito tendrá más presencia en la agenda oficial, y ya se preparan más actos de homenaje. ¿Conseguirán que la gente le vea como un monarca entregado que lo ha dado todo por el país? ¿O se quedarán con las últimas demandas de paternidad que está recibiendo, destacando su fama de vividor?