Bárbara Rey es actriz y vedette, pero diríamos que en este fin de año 2021 la de Totana podría tener un puesto en un mercadillo, porque parece que grite a los cuatro vientos: "¡Lo estamos dando, lo estamos regalando!". Sobre Marita García, su nombre real, recae buena parte del interés informativo del mundo del colorín... e incluso cuestiones de Estado. Pero su apellido artístico le hace justicia, eso de Rey. En todos los sentidos.

La mujer está en boca de todos. Sus aventuras amorosas dan mucho juego. Por una parte, con el anuncio sorpresa de la relación entre Rey y el humorista Edmundo 'Bigote' Arrocet, y que seguro que ha hurgado en la herida de María Teresa Campos. La veterana presentadora y Bárbara no se soportan, y no estamos hablando de ninguna leyenda. Pero la lista de amantes de la protagonista tiene otro nombre subrayado, en mayúsculas, negritas y todo lo que quieran: el mismísimo rey emérito de España, ahora huido a Abu Dhabi y guardando cuarentena: Juan Carlos de Borbón.

Juan Carlos en Abu Dhabi / EFE

Esta relación ha hecho correr ríos de tinta en España. También de millones de euros: se utilizaron fondos reservados para comprar el silencio de la artista durante décadas, evitando que saliera a la luz material muy concluyente. Mucha pasta y un escándalo que, eso sí, no es suficientemente grave para los senadores de los principales partidos políticos españoles, que han bloqueado la comparecencia de la murciana. Estos detalles económicos y algunos más son los que se detallan en el libro El jefe de los espías, sobre las notas del exdirector del CESID Emilio Manglano, escrito por los periodistas Alberto Chicote y Juan Fernández Miranda. Pero si quieren saber otro tipo de revelaciones y secretos, nadie mejor que la periodista Pilar Eyre, una número 1 cuando hablamos de famosos y la Casa Real. Este tema lo domina, y nos deja unas cuantas perlas en la revista Lecturas.

 

Pilar Eyre / Instagram

Eyre recrea como eran los encuentros entre Bárbara y Juan Carlos: "Sábado por la noche de un día de invierno de 1994. En el chalé de Bárbara Rey, el Vega Sicilia está a 17 grados. Ha puesto dos copas y un plato de jabugo. Los Cohiba, en su caja metálica. ¿Qué hora es? Bárbara está nerviosa y levanta la cortina. Está sola, esperando a su amado. Se mira en el espejo. Se ha dejado flequillo, lleva el pelo muy largo, sus labios parece que estén siempre en posición de beso. El hombre al que está esperando, su amor desde hace ya 16 años, es el rey de España". Hagan números: desde el 78 que tenían "rollo". Los había presentado el expresidente Adolfo Suárez con una frase inquietante, clasista y machista: “Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey. Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase”. Cada vez que se encontraban había fuegos artificiales: "Se veían dos o tres horas en el chalé de un amigo cerca de la Zarzuela. Ella iba donde él estaba de viaje. La metían en la habitación del hotel y entonces la noche no tenía fin". Aunque lo más fuerte es la humillación, la enésima, que sufría Sofía en aquellos encuentros. No tenía bastante con ponerle los cuernos, no, también la descalificaba. Y para acabar de arreglarlo, con Felipe por medio: "Bárbara está al tanto de que la relación entre Juan Carlos y Sofía es inexistente desde que nació el príncipe Felipe. Él se lo ha contado muchas veces: "No puedo soportarla"".

Bárbara Rey, amante de Juan Carlos / GTRES

Juan Carlos, Sofía, Elena, Cristina y Felipe / EFE

Si quieren curiosear más en esta relación que Bárbara pensaba ingenuamente que sería para siempre y exclusiva, ya lo saben: encontrarán a Eyre en el quiosco. Y si no, siempre les quedará EN Blau.