Juan Carlos se encuentra a miles de kilómetros de Zarzuela y es probable que ya no pueda volver a vivir en palacio. Sin embargo, Felipe ya valora la posibilidad de traerle de nuevo a España aunque es muy complicado. En sus últimos viajes, cada vez más frecuentes, han intentado aparentar una cierta normalidad. El emérito cada vez es más mayor y sus problemas de salud son más frecuentes, por este motivo quiere tenerle cerca, que el marido de Sofía muriese fuera de su país sería una deshonra para el actual rey.
El emérito tiene grandes amistades de su época como monarca. A día de hoy aún las mantiene. De hecho, algunos le visitan numerosas veces en Abu Dabi y se llaman desde Madrid. Gracias a ellos está en constante contacto con Zarzuela. Muy informado de todo lo que sucede entre aquellas paredes, que en estos momentos recuerda un poco a su historia de amor con la reina Sofía, si se le puede llamar historia de amor.
Juan Carlos teme por el inminente divorcio de Felipe y Letizia
Juan Carlos está muy preocupado por las discusiones constantes de Felipe y Letizia y por los rumores de un inminente divorcio que ha propagado Pilar Eyre. Según la periodista la relación estaría totalmente rota desde hace tiempo y sentenciada. Sin solución. El emérito no tiene un gran cariño a la actual reina, de hecho culpa a su nuera de todos sus problemas, sin embargo jamás haría daño a su hijo bajo ninguna circunstancia, como tampoco a Leonor, de quién se siente muy orgulloso. Juan Carlos quiere que el reinado de los Borbón continúe más allá de Felipe VI y para ello tiene que acabar con Jaime del Burgo de alguna manera, pero no atiende a amenazas ni represalias.
El personal de Zarzuela le comunica que casi todas las noches en el pabellón del príncipe se oyen gritos provenientes de fuertes discusiones muy acaloradas, portazos y más. Siempre se ve a Letizia salir por separado. Y duermen en habitaciones separadas. Juan Carlos ve peligrar seriamente el matrimonio de los reyes, que en breve afrontará una fecha clave, el 4 de mayo.