Ya no pesa ningún cargo sobre Juan Carlos, el juicio pendiente con Corinna Larsen por acusaciones de acoso se ha archivado por falta de pruebas. El emérito tiene vía libre para regresar a España si desea, ya no tiene que avisar a Felipe VI de sus idas y venidas. En este último año ha pisado suelo español en cuatro ocasiones, la última hace unos días. Por ahora no se atreve a visitar Madrid, y mucho menos Zarzuela, su lugar de residencia es Sanxenxo, donde podría comprarse una casa cerca de su amigo íntimo.

El pasado viernes Juan Carlos cenó con unos amigos en el club náutico de Sanxenxo. Estuvo rodeado de grandes conocidos, pero le faltó una persona muy especial, Felipe VI, con quien ha perdido la relación. Siente un profundo dolor porque ese viernes el actual rey se encontraba en la isla de La Toja, a tan solo 15 kilómetros. Se desilusionó cuando se enteró que su hijo no vendría, y más cuando le confirmaron que no podría acudir a la jura de bandera de Leonor que tuvo lugar el pasado sábado 7 de octubre. Se desconoce si finalmente podrá acudir el 31 de octubre a la jura de la Constitución de la princesa y a su mayoría de edad.

Infanta Elena con Juan Carlos en Sanxenxo

Juan Carlos, cada vez más solo por culpa de Letizia 

Amigos íntimos que cenaron a su lado el pasado viernes confirmaron a ‘Vozpopuli’ que Juan Carlos estuvo toda la noche triste y perdido. Echa de menos a su familia, está harto de no contar para ellos. Y sabe que todo es culpa de su principal enemiga, Letizia. Él no la aceptó cuando llegó, y ahora ha sido ella quien se ha vengado. La reina tiene claro que Leonor será su sustituta y para conseguir ha intentado hacer una limpieza de la corona. Los Borbones cuanto más lejos mejor.

Juan Carlos con su familia

Según las fuentes citadas, el rey y el emérito habrían mantenido una conversación telefónica, que no fue suficiente para calmar la "decepción" y el "enfado" de Juan Carlos I por haber sido vetado para la jura de bandera de la heredera.

Juan Carlos I habló de política, pero también de su nuera. El emérito contó a sus amigos que Felipe VI está harto de la situación familiar. Les confirmó que habla por privado con su hijo y tiene muchas ganas de que se instale de nuevo en España para tenerle cerca. Se confirma que los reyes no atraviesan su mejor momento y menos sin sus hijas Leonor y Sofía. Según el exmonarca, el matrimonio de su hijo acabará como acabó el suyo con la emérita, aunque también mantendrán las formas ante las cámaras, ya que no disolverán su matrimonio.

El emérito recibió la visita de la infanta Elena, quien pasó todo el fin de semana con él. El jueves cenó con Margarita de Borbón y sus sobrinos, Alfonso y María Zurita.