'El chico de las musarañas' es el libro póstumo de Aless Lequio que ha terminado de escribir Ana Obregón y que ya está a la venta. Era uno más de los deseos del hijo de Ana García Obregón y el conde Lequio. En él se relatan experiencias de todo tipo, explicando detalladamente todo el proceso del cáncer que sufrió. Ana Obregón estuvo cerca del suicidio, algo de la que lo salvó Alessandro, pero hay más en este libro firmado de puño y letra por el padre y la madre-abuela de Ana Sandra Lequio. Las últimas palabras de Aless antes de fallecer o algunos detalles del testamento ológrafo se pueden leer en 'El chico de las musarañas', que también cuenta cómo se gestó el viaje de ambos a Estados Unidos para hacer frente al tratamiento de protonterapia del cáncer que padecía Aless.
Un tratamiento que tuvo sus complicaciones, puesto que en un momento de este, Aless Lequio recibió una notificación en su móvil que hizo saltar todas las alarmas. El ESTA es el visado de los EEUU que permite a los no residentes estar allí durante un determinado tiempo. Como todos los visados de todos los países, este tiene una fecha de caducidad, por lo que, al llegar esta, Lequio Jr recibió un mensaje telefónico en su móvil de parte del Gobierno de USA en el que se le denegaba un viaje a Nueva Jersey para seguir con el tratamiento. Lequio y Obregón se hospedaban en Nueva York, la ciudad de los rascacielos, durante la parte inicial del tratamiento, en el que el tumor del joven había desaparecido en un 85%. A partir de allí, tenían que continuar con las curas, pero en Nueva Jersey, otra gran ciudad americana situada muy cerca de NY. Pero no podían. No podían hasta que un Borbón los ayudó.
Fue entonces cuando el conde Lequio intervino. El colaborador de 'El Programa de Ana Rosa' es primo segundo de Su Majestad El Rey Felipe VI, por lo que Ana le pidió que moviera hilos reales para ayudar a su hijo. No se podían permitir de ninguna de las maneras truncar la sanación de Aless en Nueva York. Tenían que seguir adelante... Y así fue. Alessandro Lequio cogió su teléfono móvil y tiró de agenda real para salvar a su hijo. Veían la deportación del futuro padre de Ana Sandra como una opción cada vez más probable y real, viendo la política de mano dura de EEUU en este tipo de asuntos.
"Nos van a deportar y no curaremos a nuestro hijo. Por favor, llama a Felipe, para algo eres su primo o lo que sea, no estoy pidiendo un favor ni cometer un delito, solamente adelantar una cita para que nos den un permiso médico para estar en Estados Unidos. Estoy desesperada", le rezaba Ana Obregón a su ex marido. Finalmente, Alessandro lo hizo, pero en este caso llamando a su tía Olimpia, prima hermana de Juan Carlos I. JuanCar no lo dudó en ningún momento. "Al rey emérito le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada por salvar a su hijo. Por eso le estoy infinitamente agradecida y no lo olvidaré jamás", recuerda Obregón en el libro. Un gran gesto de Don Juan Carlos.