Juan Carlos I siempre se ha rodeado de las personas más influyentes del mundo y se ha alojado en los hoteles más exclusivos. Para él Palma de Mallorca era un paraíso en aquella época, aunque ahora ha cambiado la isla balear en la que fue tan feliz por las islas Seychelles, y es que ahora mismo en Marivent es una persona ‘non grata’. Se conoce que el marido de la reina Sofía la engañó con miles de mujeres, en Mallorca era donde el emérito se sentía mucho más libre. Navegaba a bordo de su yate todas las mañanas y no volvía hasta la noche, siempre acompañado de féminas. Pero no era el único lugar secreto de la isla donde se veía con esas mujeres.
Habría que hablar del hotel ‘El Valparaíso’ con 50 años de historia. Por el primer hotel de lujo de Palma de Mallorca han pasado multitud de famosos nacionales e internacionales. En su suite panorámica se ha alojado Muamar el Gadafi, el emir de Qatar y jeques saudíes de propinas generosas, que pedían una paella a las cuatro de la mañana.
En los salones de éste hotel se casó Sara Montiel por tercera vez, una fiesta con 200 invitados y por la que desembolsó 10 millones de pesetas, ahora serían 60.000 euros. Julios Iglesias también se alojaba en este hotel cuando actuaba en Palma de Mallorca, o en cualquier otra isla de las baleares. "Era simpático, generoso y atento. En la suite había mucho movimiento, pero chicas no. Todavía estaba casado con Isabel Preysler", recuerda Loles Garau, una empleada que sigue en activo.
Toreros como Jesulín de Ubrique, Antonio Ordóñez y Morante de la Puebla, se ponían en aquellas suites los trajes de luces. Isabel Pantoja y Paquirri estuvieron cuando ella estaba embarazada de Kiko Rivera. También fue elegido por políticos como Fraga, Jordi Pujol, Aznar y Mariano Rajoy, aunque no coincidieron.
Juan Carlos se presentaba en las fiestas que organizaba Hasán II de buena mañana
Juan Carlos entraba a diario para almorzar con Hasán II. Paco Pérez, del equipo del hotel, recuerda al emérito entrar al hotel para verse con su amigo. "Por sus habitaciones había mucho trajín y venían chicas de fuera, ya me entiende. Sin embargo, con el personal fue muy espléndido. Nos compró un televisor enorme y un futbolín. Y dejó de propina un millón de pesetas (6.000 euros), que repartimos entre todos”.
En la década de los 60, cuando se inauguró el hotel, era el único de la máxima categoría en la isla. Mallorca era el destino clave para el turismo nacional en aquella época.