El último viaje a España del rey emérito Juan Carlos I ha estado marcado por una gran tensión familiar, especialmente tras una fuerte discusión con su hijo, el rey Felipe VI. El emérito tenía planeada su llegada para finales de septiembre, con motivo de la Regata Rey Juan Carlos I El Corte Inglés Máster 2024, un evento que le permitiría disfrutar de tiempo con amigos y alejarse del estricto control de Zarzuela.
No obstante, aunque esta visita se mantiene, su calendario se vio alterado debido al funeral Juan Gómez-Acebo, hijo de la infanta Pilar y sobrino cercano del rey emérito Juan Carlos I. El emérito sumó una visita más a España este mes.
El rey Felipe VI mantiene a Juan Carlos I lejos de Zarzuela
El funeral, celebrado en dos partes, contó con la presencia del emérito tanto en el acto más íntimo en San Isidro como en el evento de la tarde en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid. A pesar de su presencia, lo que más ha generado controversia no fue su asistencia al funeral, sino el hecho de que no se le permitiera hospedarse en el Palacio de la Zarzuela, su antiguo hogar durante más de 30 años.
En lugar de alojarse en Zarzuela, Juan Carlos I fue llevado a un hotel de lujo, el Four Seasons, en pleno centro de Madrid. Según fuentes cercanas, esto causó un profundo malestar en el emérito, quien esperaba poder quedarse en la residencia real, donde actualmente viven los reyes Felipe, Letizia y la reina Sofía. Este distanciamiento físico ha sido interpretado como una señal de las tensiones no resueltas entre padre e hijo.
El rey Felipe VI, quien ha implementado medidas de control estrictas sobre los movimientos de su padre desde que abandonó el trono, organizó un dispositivo de seguridad especialmente riguroso para este viaje. Un amplio equipo de escoltas fue encargado de asegurarse de que Juan Carlos no se acercara a Zarzuela ni rompiera el protocolo establecido. Este "cordón sanitario" en torno al emérito incluyó tanto su llegada como su salida del país, lo que terminó por enfurecer aún más al exmonarca.
Juan Carlos I, humillado por el cordón sanitario organizado para que no se acercara a Zarzuela
Las discusiones entre Juan Carlos I y Felipe VI no tardaron en aparecer. Según fuentes cercanas, el emérito se sintió humillado por las medidas de control impuestas por su propio hijo, lo que desencadenó uno de los enfrentamientos más duros entre ambos en los últimos años. Juan Carlos, acostumbrado a la cercanía con su familia y amigos, consideró excesivo el despliegue de seguridad que le impedía actuar con libertad durante su estancia en Madrid.
El ambiente entre padre e hijo ha sido tenso desde hace tiempo, pero este incidente ha agravado la situación. La decisión de mantener a Juan Carlos alejado de Zarzuela y el control estricto sobre sus movimientos han puesto de manifiesto las profundas diferencias que aún persisten entre el rey actual y su predecesor. Tras el funeral y con un visible malestar, Juan Carlos I abandonó España, nuevamente escoltado, con la sensación de haber sido relegado por su propia familia y distanciado de la vida pública en su propio país.