Se podría decir que Letizia se ha quedado totalmente sola. Tocada y hundida. La campaña de desprestigio que se ha iniciado contra ella en los últimos meses ha surtido efecto. En la última década, la reina había cobrado un gran protagonismo dejando a Felipe en un discreto segundo plano totalmente desenfocado, algo que Casa Real no podía consentir. Y de hecho habría sido la misma Casa Real la que habría iniciado este proceso dándole luz verde a Jaime del Burgo para romper su silencio. Según el abogado, Letizia fue infiel a Felipe con él durante varios años. De 2004 a 2012, año en el que los descubrieron.
Letizia obligó a Juan Carlos a abdicar y hace cuatro años a exiliarse, la mayor humillación de la historia. Todas las coronas internacionales hablaron de ello, un monarca que acabó sus días por la puerta de atrás, y ya ni tan siquiera pertenece a la institución. El emérito lleva cuatro años viviendo en los Emiratos Árabes, algo que también beneficia a su patrimonio, ya que se evade de la Hacienda Pública. Es uno de los motivos principales por los que no quiere residir en España de forma permanente.
Sin embargo, Juan Carlos ha expresado su deseo de volver, por lo menos de poderse mover libremente. Y es que en el último año ha podido viajar con total libertad. En 2023 aterrizó en España hasta en siete ocasiones, por lo menos reconocidas. Todas con la desaprobación de Letizia, quien intentó que no viese a Leonor y Sofía, algo que no pudo evitar en el cumpleaños de la princesa.
Juan Carlos protagoniza la mayor humillación a Letizia
En este año se ha producido la imagen de la victoria. Felipe por fin se ha dejado fotografiar públicamente con Juan Carlos. Sucedió a la salida de la misa homenaje a Constantino de Grecia en Reino Unido. Ya vio como Letizia había quedado relegada a un segundo plano, a la sombra de los demás, y sola.
Juan Carlos ya ha vuelto a Abu Dabi y se ha ido muy feliz en su jet privado acompañado por sus escoltas, su fiel amigo y Froilán. El emérito ha ganado la batalla, se ha vengado de Letizia. En este último fin de semana ha protagonizado la humillación más pública hacia la reina. Aunque ella no quiera, se ha paseado libremente por Madrid, ha ido a la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo y ha asistido a la misa funeral de Gómez Acebo, además de almorzar en Zarzuela.