No todos se han beneficiado por igual de la campaña de desprestigio que se inició hace unos meses contra Letizia. Durante estos 10 años de reinado de Felipe VI, ella había sido la auténtica protagonista, jamás aceptó el papel de reina consorte, hasta ahora, que no le ha quedado más remedio. El monarca siempre ha estado relegado a un segundo plano totalmente desenfocado.
Hace unos meses Jaime del Burgo reveló que Letizia habría sido infiel a Felipe con él durante varios años, y para aquellos que no le creyeron, asegura que tiene en su poder pruebas. De hecho, está produciendo una serie documental que vería la luz el próximo 2025. De momento todo son habladurías, pero sin duda ha dañado la imagen de la reina, ahora vista como una mujer adultera. Esto ha dado rienda suelta a que muchos pseudoperiodistas ataquen a la monarca sin piedad.
Algunos creen que ha sido una estrategia por parte de Casa Real para restar popularidad a Letizia. Y hay otros que creen que Juan Carlos estaría detrás de esta campaña, igual que piensa la reina. Por este motivo le ha vuelto a hacer la vida imposible.
Casa Real obliga a Juan Carlos a marcharse de España
La semana pasada Juan Carlos se quedó en Sanxenxo en casa de su amigo Pedro Campos. La noticia no trascendió porque han conseguido que las visitas del emérito sean algo recurrente. Arregló papeles y disfrutó de jornadas en alta mar. Sin embargo, su intención era intentar estar presente en el X aniversario de la proclamación de Felipe VI como rey de España. Aunque sea en el almuerzo, donde ya no le vería nadie, como sucedió con el cumpleaños de Leonor el año pasado. Sin embargo, Casa Real le ha vetado. Ningún miembro Borbón ha sido invitado a esta fiesta discreta e íntima.
Es más, ni tan siquiera se va a realizar una fiesta privada en Zarzuela, más de carácter familiar, o por lo menos no con Juan Carlos. Este martes, antes del día clave, el emérito se vio en la obligación de coger su avión privado y marcharse a los Emiratos Árabes para no enturbiar un día tan especial. Casa Real ya no cuenta con él para nada, es el rey desterrado.
Juan Carlos ha estado escoltado en todo momento hasta que el avión privado ha despegado, incluso se ha vigilado su ruta para saber que se marchaba de España. Lo querían a miles de kilómetros de distancia. El emérito se vuelve a ir con una sensación agridulce, se siente humillado. Además, cree que Letizia es la única que se encuentra detrás de todo esto.