Si hay alguien que se preocupe por el aspecto físico en la casa real, esa es la reina Letizia. La consorte dedica mucho tiempo al cuidado personal. Cremas antienvejecimiento, tratamientos estéticos, rayos UVA… No solo eso. También escoge cuidadosamente los modelitos que lucirá en sus apariciones públicas. No deja nada al azar. Sabe que cualquier mala decisión puede ser motivo de escarnio en los medios de comunicación.
Pero aunque estas costumbres de la monarca puedan parecer algo innovador y particular, nada más lejos de la realidad. No hay que restarle mérito al rey emérito Juan Carlos I. El ex Jefe de Estado también ha tenido manías que tienen que ver con lo estético. Su aspecto físico también es algo que ha preocupado al padre del rey Felipe VI.
Juan Carlos I, aterrorizado por la calvicie
Por ejemplo, se conoce que la calvicie es algo que ha llevado muy mal. La alopecia, que afecta a tantas personas a lo largo y ancho del mundo, también se ha cebado con Juan Carlos, que no dudó en buscar soluciones para esconderla. Y no viajando a Turquía, como hacen los ricos de hoy en día.
En su momento, Juan Carlos optó por el pelo postizo. El peluquero catalán Pasqual Iranzo le diseño y fabricó un peluquín para tapar la calva que cada vez se hacía más pronunciada. Iranzo, además, viajaba a Madrid a menudo para retocarla y arreglarla. A este peluquín, se sumó un sonotone con el paso de los años. No podía permitirse no escuchar según qué conversaciones.
Juan Carlos se aficiona a la depilación
Pero volviendo al pelo, del mismo modo que le desesperaba el ir perdiendo el de la cabeza, también le tenía preocupado que en el cuerpo le saliera cada vez más. Tanto es así que Juan Carlos ha recurrido a la depilación de forma periódica desde muy joven. La primera vez se pudo ver cuando se convirtió en rey.
Lo señaló Pilar Eyre. La periodista vio una portada de ¡HOLA! de aquella época en la que salía toda la familia real (Juan Carlos, Sofía, Elena, Cristina y Felipe) y la compartió con un mensaje muy revelador: “Aún no se había depilado el entrecejo. Lo hizo cuando fue rey”. Y lo cierto es que solo hace falta ver una foto del antes y el después para confirmar la afición que Juan Carlos le cogió el gusto a esto de la depilación.